Harper Lee, ‘Matar a un ruiseñor’ y Gregory Peck

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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



La autora de la novela ‘Matar a un ruiseñor’ falleció el 19 de febrero del 2016. Tenía 89 años. Su nombre: Helle Harper Lee, nacida en Monroeville, Estados Unidos, el 28 de abril de 1926.

     No siempre ocurre que una obra literaria se convierta en exitosa producción cinematográfica. Se piensa que las cualidades de una novela pueden mermar en su tránsito al celuloide. Lo mismo se dice de un buen poema si se musicaliza su letra. Sin embargo, numerosas obras literarias excelentes han conservado su calidad al pasar al cine; es el caso de ‘El nombre de la rosa’, del semiólogo Umberto Eco, de ‘Lo que el viento se llevó’, de Margaret Mitchell y de otras novelas importantes. Ya era costumbre leer entre los créditos de esas películas la expresión: “basada en la novela del escritor fulano de tal”. Por supuesto, muchísimas novelas pésimas siguen siendo malas también como películas.

     Hablando de ‘Matar a un ruiseñor’ es necesario señalar que detrás del sencillo título escogido por Harper Lee se desarrolla una historia trágica que merece reseñarse, aunque en forma somera, para descartar la idea de que simplemente se trata de dar muerte a un pajarito. En el cine, esta película estuvo nominada a ocho premios Oscar; fue galardonada con tres.

     Las acciones ocurren en el estado de Alabama, caracterizado por un racismo acérrimo durante mucho tiempo, aunque la narración se sitúa en la década de los años treinta del siglo XX. La ficción nos muestra la reacción de todo un pueblo que desea cobrar la ofensa de agresión física y violación de una joven blanca por parte de un muchacho negro. Un prestigioso abogado viudo, Atticus Finch (Gregory Peck en la película) se hace cargo de la defensa, pues cree que el negro es inocente. El acusado, temeroso durante el juicio, huye y la turba lo persigue hasta darle muerte. Más tarde se comprueba que el propio padre de la joven agraviada fue quien la golpeó e inventó lo de la violación. El abogado Finch tiene dos hijos: una niña de seis años, Scout, y un niño de diez, Jem. El pueblo les retira sus afectos y los mira con recelo. Una noche, el padre de la joven asesinada tiende una celada a los niños, pero Boo Radley, “el loco del pueblo”, que se había encariñado con ellos, los salva y da muerte al agresor. A partir de ese momento el abogado emprende una convincente defensa. La niña expresa en pleno juicio que ahorcar al “loco”, un ser tan desvalido e ingenuo, sería “como matar a un ruiseñor”, pues su reacción obedeció a un impulso humanitario. Así surgió en la memoria de la narradora el título de la famosa novela, autobiográfica en gran parte, pues en su niñez la autora asistía a los estrados judiciales para ver en acción a su padre, destacado abogado. Como dato curioso, señalamos que la infante solía ir a esas audiencias en compañía de Truman Capote, su mejor amiguito del barrio; más tarde, en 1966, Harper Lee colaboró en la elaboración de ‘A sangre fría’, la obra cumbre de Capote.

     En 1961 la escritora ganó el prestigioso premio Pulitzer. Antes de su conocida obra, Harper Lee había escrito la novela ‘Ve y pon un centinela’. Al publicarla, en el 2015, vendió más de un millón de ejemplares solo en Estados Unidos.

     Asociado al éxito de esta película está el nombre de Gregory Peck, actor nacido el 5 de abril de 1916 en San Diego, California, Estados Unidos. Su nombre completo era Alfred Gregory Peck. Antes de obtener el Oscar, en 1962, había sido nominado en cuatro ocasiones, pero la distinción siempre se le escapaba de las manos. Realizó papeles destacados en cintas como ‘Las llaves del reino’ (1944), ‘La barrera invisible’ (1947), ‘Almas en la hoguera’ (1949), ‘Las nieves del Kilimanjaro’ (1952), ‘Moby Dick’ (1956), ‘Los cañones de Navarone’ (1961), ‘MacArthur’ (1977) y ‘Los niños de Brasil’ (1978), entre otras. El presidente Lyndon Johnson le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad por sus esfuerzos humanitarios. Gregory Peck falleció el 12 de junio del 2003.