Del béisbol de hoy al de Joe DiMaggio

Columnas de Opinión
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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



Todos los años, durante el otoño, se juega la final del Campeonato Mundial de Béisbol en Estados Unidos. La Serie Mundial, como se la llama, se realiza desde 1903. Al final de cada temporada, los dos mejores equipos de este deporte definen el título en siete partidos; el ganador debe imponerse en cuatro. Los Astros, de Houston todavía celebran su triunfo sobre los Phillies, de Filadelfia. Son los héroes del 2022.

Las notas anteriores nos sirven para hablar de un beisbolista muy destacado en el llamado deporte “de la pelota caliente”. Se trata de Joe DiMaggio, exjugador estadounidense nacido en San Francisco el 25 de noviembre de 1915. 

Particularmente, traemos a la memoria algunas transmisiones radiales que en nuestra casa se escuchaban directamente en la voz del narrador argentino Eloy Buck Canel. Estábamos estrenando el primer radio, un RCA Víctor de dos bandas, y los equipos preferidos eran los Yankees de Nueva York y los Dodgers de Brooklyn; el último nombrado está radicado actualmente en Los Ángeles. El nombre de Joe DiMaggio llenaba la imaginación de quienes seguíamos los partidos de la Serie Mundial. También desfilaban por nuestras mentes Yogi Berra, cátcher o receptor de los Yankees, Roy Campanella, receptor de los Dodgers y otros jugadores que nos llamaban la atención por sus nombres sonoros: Jackie Robinson, Phil Rizzuto, Pee Wee Reese… De Babe Ruth solo escuchábamos referencias sobre su extraordinaria carrera deportiva, entre los años 1914 y 1935. Sigue siendo el máximo ídolo del béisbol mundial.

Revisando ahora archivos de años lejanos, encontramos noticias que nos muestran en su verdadera dimensión la personalidad del héroe de los Yankees. Así, comprobamos que DiMaggio fue la estrella más brillante de ese equipo desde 1936 hasta 1951. Con esa novena ganó nueve series mundiales de las diez en las que participó. Fue elegido como el mejor jugador del campeonato en tres ocasiones. En 1941 impuso un récord al conectar de ‘hit’ en 56 partidos seguidos; pero antes de pasar a las grandes ligas había anotado 61 en partidos consecutivos en las ligas menores. Durante toda la temporada de 1947 DiMaggio cometió solo un error. Se desempeñaba como jardinero central o ‘center field’. Fue elegido trece veces para disputar el Juego de las Estrellas. Su promedio de bateo de por vida fue 325; sin embargo, antes de ingresar a las fuerzas armadas para el servicio militar en la Segunda Guerra Mundial, su promedio general era de 339. Joe McCarthy, quien fuera su entrenador, afirmó alguna vez que DiMaggio fue el mejor corredor de bases conocido por él. En 1955 ingresó triunfalmente al Salón de la Fama del béisbol.

En 1969 Joe DiMaggio fue nombrado como el mejor jugador, en vida, de la historia. Un periodista dijo de él: “No lo recordaremos por sus records; él es más recordado por la persona que fue. Permanece como símbolo de excelencia, poder y, seguro, de caballerosidad”.

El escritor Ernest Hemingway menciona al pelotero en su obra “El viejo y el mar”. En efecto, el anciano Santiago, personaje central de la novela, en medio de su drama al capturar el inmenso pez, se detiene a preguntarse si “el gran DiMaggio” habría ayudado a los Yankees a ganar el partido del día anterior.

En la vida por fuera del deporte, Joe DiMaggio estuvo unido sentimentalmente a la actriz Marilyn Monroe. Su matrimonio solo duró nueve meses, en medio de escándalos por celos y maltrato psicológico, según afirmaciones de la actriz; sin embargo, él vivió pendiente de ella hasta su fallecimiento, en 1962. A partir de esa fecha estuvo pendiente de que en su tumba no faltaran flores, en cumplimiento de un deseo que la actriz le había expresado; esa costumbre se extendió hasta el 8 de marzo de 1999, cuando falleció el exbeisbolista.

Bien vale la pena cerrar esta nota de admiración por Joe DiMaggio con esta información: “En la década de los años 60 una encuesta en un colegio de Cincinatti solicitó a los estudiantes nombrar al más grande norteamericano de todos los tiempos. George Washington quedó de segundo, después de DiMaggio”. 

En el estado de La Florida existe la Fundación Hospital Infantil Joe DiMaggio.