La victoria pírrica de Santos

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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



El rey Pirro de Epiro después de haber vencido por segunda vez a las legiones romanas, se lamentó diciendo que de obtener otra "victoria como esa", estaría arruinado.

Esto dio lugar a la famosa expresión "victoria pírrica" para significar una victoria que realmente es una derrota.

La propuesta de Santos de legalizar las drogas, que ha entusiasmado a algunos, en caso de lograrse, no sería más que una victoria pírrica para la humanidad.

Dicen los defensores de la legalización, que el problema es la prohibición y citan al alcohol como ejemplo de esto. Agregan, que la legalización del alcohol permitió acabar con las mafias violentas de la época.

A mí por el contrario, me parece a mí, que la legalización del alcohol es el perfecto ejemplo de una victoria pírrica y que por eso mismo no debe repetirse.

La revista Semana dice textualmente: "Según las Naciones Unidas, mientras el alcohol ocasiona 2,5 millones y el tabaco 5,4 millones de muertes cada año, las drogas ilegales no causan más de 200.000 decesos.

Una interpretación torpe de estos datos, y la que normalmente hace la gente, lleva a decir que el alcohol es peor que las otras drogas. Realmente, estas estadísticas muestran como una droga mucho más inofensiva que las otras en términos toxicológicos, se convierte en un problema mayor gracias a la legalización.

El experimento de la legalización hecho con el alcohol, ha sido un rotundo fracaso, como lo evidencian las estadísticas citadas por Semana.

Lo que sucede con el alcohol, nos da una pequeña idea de lo que podría suceder con una eventual legalización de las drogas, solo que sería mucho peor.

No quiero ni pensar el costo social para el mundo de una posible legalización de las drogas. Realmente y a pesar de los muertos que nos deja la guerra antidroga, Colombia y el mundo la están sacando barata.

Por otro lado, pierde de vista el excelentísimo señor presidente Santos, que una cosa sería legalizar las drogas en países desarrollados y con recursos para atender, si se quiere, la dimensión de problema de salud pública que se pudiera generar, y otra cosa sería hacerlo en países como Colombia.

Para los países en vía de desarrollo, esto sería devastador. Se podría crear sin querer, un problema de consumo interno para el que no estamos preparados. Ni nuestros sistemas de salud ni nuestros sistemas jurídicos podrían afrontar semejante reto.

El argumento de la legalización seduce por lo simple, pero es demasiado superficial para que merezca ser tomado en serio.

La legalización haría que hoy un problema que está focalizado y concentrado, se disperse, convirtiéndolo en inmanejable.

Es decir, que el cuello de botella, hoy controlado, se desplazaría a dimensiones que lo harían incontrolable e impredecible.

La prohibición no es suficiente para volver el negocio atractivo, como sugieren sus detractores. Lo que lo hace atractivo es la impunidad y la falta de presencia de Estado.

Es cierto que la prohibición eleva el precio, pero es la impunidad la que hace que sea un negocio atractivo. Y esto está demostrado porque los países más radicales y punitivos con el tráfico de estupefacientes, no tienen problemas de drogas. Piénsese en Singapur.

En el caso de Colombia, y de América Latina en general, antes de hablar de legalización debemos hablar de acabar con los altos índices de impunidad, de fortalecer al Estado.

El narcotráfico en Colombia es posible porque el Estado no controla sus fronteras ni su espacio aéreo ni los mares, porque hay autoridades corruptas, porque hay zonas de Colombia en donde no hay presencia efectiva del Estado, y por razones socio-económicas entre otras. En otras palabras, es fundamentalmente un problema de soberanía plena.

Una eventual legalización afectaría el agro negativamente ya que nadie querría cultivar alimentos. Es muy difícil que haya adictos a la papa o al arroz. Pero los adictos a los sicotrópicos, se contarían por millones en todo el mundo.

Lo lógico es que si existiera un mercado adicto, cautivo y creciente, la mayor parte de la tierra cultivable se dedicara a producir marihuana, coca y amapola, o ¿no? Colombia tiene ventajas comparativas probadas para ser "El" país productor por excelencia.

En este escenario, aunque los precios no fueran tan buenos como hoy, el hecho de tener un buen mercado con demanda garantizada, sería suficiente para estimular la producción y el consumo.

Me parece a mí que este es un tema demasiado serio como para andar haciendo declaraciones superficiales, a ver qué pasa.

Presidente, no abra una caja de pandora y evítenos una victoria pírrica; los costos de lo que usted plantea serían muy altos e incalculables.

Señor Presidente, deje quieto este tema, que la humanidad no ganaría nada y perdería mucho con una eventual legalización de las drogas. Mientras tanto, dedíquese a fortalecer el Estado, que aquí es donde radica gran parte de la solución.