"Cualquiera nos puede vigilar"

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



A diferencia de la mayoría de instituciones benéficas a las cuales les realizan donaciones en dinero y en especie para desarrollar su loable labor de ayudar a quien verdaderamente lo necesita, escuché detenidamente a su Coordinador la frase que titula nuestro escrito hoy: " Cualquiera nos puede vigilar. "

Sacar ventaja de lo que se recibe de donaciones por ciudadanos de bien que desean ayudar a su semejante, explotándoles la fe pública, desviando lo donado, hasta llegar a los bolsillos de sus dirigentes, contrasta con lo que realiza esta organización sin ánimo de lucro, la cual se dedica a actividades humanitarias: ancianato, comedores...

Sucede en Colombia que vivos viven de la caridad y por esta época más, piden dinero en efectivo, con el argumento que se los entregarán a adultos mayores y niños; la verdad es que muestran una faceta y luego otra, sacando las uñas y apropiándose de los recursos y lo peor, torciendo la contabilidad, lo que denominaremos una verdad formal; caridad con uñas.

Preguntamos: ¿Por qué muchas personas que quieren donar no lo hacen? Prefieren hacerlo por su cuenta, quedando más satisfechos.

Conocí la historia de " un benefactor", ya falleció, me desempeñaba como Personero delegado para los derechos humanos de Cali, el referido tenía una fundación y vivía de explotar la fe pública, decía : "las donaciones son  para mis viejitos",  y solo tenía diez adultos mayores y lo tildaba de ancianato, esta era su fachada, inflando la cifra; cuando se le practicaban  visitas de control ; era director,  coordinador, hasta fungió  de Psicólogo; desde  luego tenía carro, casa y beca manifestaban familiares de los adultos mayores; sus hijos estudiando en colegios privados. ¿Qué opinan?

Volviendo a la institución con la que empezamos, no mencionaré su nombre, pero si deseo se incrementen, me expresaron que están dispuestos a mostrar sus locales y además sus libros de contabilidad; esta situación me llamó más la atención, pues otras esquivan a los organismos de control y cuando se les exige sus estados contables, entregan cifras que no coinciden.

El Estado colombiano a través de sus entidades respectivas de control al respecto, debe observar con lupa estos dineros recaudados y realizar su correspondiente seguimiento; nos imaginamos que no será fácil, pintando pajaritos en el aire a incautos ésos vivasos, sacando pecho y buscando un Nóbel o cualquier distinción.