Escrito por:
José Vanegas Mejía
Columna: Acotaciones de los Viernes
e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es
Como era de esperarse, la prensa mundial se ha volcado sobre la vida y obra de Annie Ernaux, ganadora del Premio Nobel de Literatura 2022. ¿Quién es la favorecida con esta distinción, la más importante que se otorga a los cultores de las letras? La mayor parte de lo que se afirme en relación con la escritora francesa, tendrá como fundamento las referencias que han aparecido en los medios de comunicación antes de que el ansiado galardón llegara a las manos de Ernaux. Muchos de estos difusores de noticias acostumbran, para estos casos, crear un formato con lugares comunes que serán ampliados con los datos pertinentes cuando se anuncia el resultado final por parte del jurado correspondiente. Así ocurre cuando se avecina un acontecimiento que se da por hecho, porque su ocurrencia es inminente. Ganan tiempo, dicen los periodistas, y solo es necesario rellenar dicho formato.
Pero, ¿quién es ella? Su nombre de nacimiento es Annie Thérèse Blanche Duchense. Vino al mundo el 1 de septiembre de 1940 en Lillebonne, Normandía, Francia. Cursó estudios universitarios en las universidades de Rouen, donde se especializó en literatura y fue catedrática de letras modernas. También estudió en la Universidad de Burdeos.
Afirma la escritora galardonada: “La literatura se me apareció como el único medio para llegar a la verdad”. “Mi objetivo nunca fue escribir un ‘hermoso libro’ o formar parte del mundo literario que ahora me celebra, sino articular mis pensamientos y experiencias y hacerlos reconocibles para los demás". Algunos críticos opinan que su estilo es económico en sus famosos libros cortos y autobiográficos, entre ellos “Pura pasión”, de 64 páginas y “El acontecimiento”, de 96. Este último, con el mismo título, se convirtió en película. Lo cierto es que la autora narra lo colectivo a través de sus memorias.
La escritora francesa recibió el Premio Nobel ocho años después de haber sido distinguido con ese galardón otro escritor francés: Patrick Modiano, autor de “Vidas minúsculas”. Desde la muerte de Sartre, la literatura francesa sufrió un “bajón”. Aunque se destacaron varios candidatos a Premio Nobel, entre ellos Pierre Michon (1945) y Michel Houellebecq (1956), finalmente fue Annie Ernaux quien puso en alto las letras del país galo.
Walter Romero, periodista de la publicación “Leamos”, dice: “Ernaux produce literatura y, a su vez, reflexiona sobre los medios y los límites del lenguaje en la apropiación de lo real circundante”. Agrega: “Es la garante de una literatura que, tildada de testimonial y de documental (o propia de un neonaturalismo), desde principio del milenio ha obtenido un interés creciente, poniendo a la luz en particular un feminismo sin alharacas”. Vale la pena destacar que la mayor parte de la obra de esta escritora consiste en autobiografías; en el fondo, todas están impregnadas de sociología.
La Nobel de literatura de este año ha recibido varios premios internacionales a lo largo de su vida literaria: Booker Internacional, Renaudot, Goncourt, Mauriac y Formentor. Este último, ganado en años anteriores por el irlandés Samuel Beckett y por el argentino Jorge Luis Borges. Entre las obras de Annie Ernaux están: “Los armarios vacíos”, “La mujer helada”, “No he salido de mi noche”, “Perderse”, “El uso de la foto”, “Los años”, “Memoria de chica”, “El joven” y “El taller negro”.
Aparte de los indudables méritos que la Academia sueca y la crítica literaria reconocen en la obra de la galardonada, adquiere importancia por estos días una protesta por el otorgamiento del preciado premio. En efecto, Josef Schuster, presidente del Consejo Central de los Judíos de Alemania, expresó: “La concesión del Nobel a Annie Ernaux es un golpe a la lucha mundial contra el antisemitismo”. Esta especie de rechazo tiene como motivación las expresiones y actividades de Ernaux, quien en carta firmada por ella y más de ochenta artistas afirman: “Es una obligación moral para cualquier persona de conciencia rechazar la normalización de las relaciones con el Estado de Israel”.
Cabe señalar que en ciento veintiún años, solo diecisiete mujeres han ganado el Premio Nobel de Literatura.