Abogados robot

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Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



¿Es posible que las máquinas reemplacen a los abogados? Igual que en la medicina y otras profesiones, es un hecho que la IA realiza cada vez más tareas que hasta hace poco eran exclusivas de los humanos. Para algunos, es ciencia ficción, pero preparémonos para nuevas noticias.

Watson, ese supercomputador basado en Inteligencia Artificial (IA) que responde en forma natural a cualquier pregunta, en 2011 derrotó en el concurso televisivo de preguntas variadas Jeopardy, a los dos rivales récord en la historia del juego; desde entonces, la IA evoluciona irreversiblemente.

El robot puede acceder a numerosas bases de datos y aprende más a partir de las preguntas que recibe.

Una empresa canadiense creó a Ross, un abogado litigante basado en Watson; esta máquina entiende varios idiomas, rastrea 10.000 páginas por segundo y responde más rápido que cualquier abogado humano.

Cuantas más preguntas recibe, mejor responde; los argumentos jurídicos de Ross incluyen citas legales, sugieren fuentes de información y notas de estudio, y calculan la tasa de éxito, ayudando a los abogados a preparar sus casos.

Esta máquina rastrea y analiza en tiempo real los resultados previos de juicios y sentencias que hayan sentado jurisprudencia, y advierte a sus clientes de posibles amenazas a sus casos. Ross ya trabaja para varias empresas norteamericanas.

Sus detractores afirman que no se debería delegar el trabajo jurídico a un robot, y que pone en riesgo las plazas laborales. Pero, por otro lado, es una herramienta que abarata las consultas legales.

Los verdaderos problemas surgen si, al menos por ahora, las normas permitirían que una máquina maneje autónomamente un caso y estampe su firma en documentos legales, si las empresas contratantes confiarían plenamente en un robot, si un juez acepta enfrentar a un humano contra una máquina o a dos de ellas en un juicio, si es necesario incluir programación en la carrera de derecho; en fin, son numerosos los cuestionamientos que aparecen.

Por ahora, sabemos qué, hace 4 años la IA superó a los 20 mejores abogados de Estados Unidos en el análisis de contratos laborales; Noory Bechor, un abogado estadounidense, CEO de LawGeex, programó la IA para la revisión de documentos contractuales.

La máquina resume un contrato en una hora, advierte de riesgos, trampas y cláusulas abusivas, omisiones y otros aspectos sustanciales; edita los contratos en el lenguaje de la empresa. ¿Comprenderán esas máquinas las particularidades legales el lenguaje y la idiosincrasia de cada sociedad desde otros países? ¿Podrán a los humanos en determinadas tareas? No lo sabemos, pero debemos estar listos para una incursión más profunda de la IA en los litigios diarios.

En 1987, la película Robocop mostró a un policía ciborg que enfrentaba al crimen en una sociedad distópica representada en Detroit.  Robocop debe matar al malo, pero su programación le exige respetar la ley. Aterrizando en la realidad, la exótica Dubái cuenta con un cuerpo policial particular; además de una flota de patrullas Lamborghini, tiene el primer policía robot dotado de IA; uniformado a la usanza de los agentes, el robot patrulla, interactúa con los ciudadanos en varios idiomas, está conectado directamente a la central y avisa de cualquier delito; mediante reconocimiento facial puede detectar a personas buscadas.

Está en zonas turísticas, solo puede informar a la central, pero no podrá arrestar a nadie.

Singapur mostró a Xavier, un robot que detecta e informa de comportamientos sociales indeseables como fumar en áreas prohibidas, circular o estacionar en bicicletas o motos en zonas no autorizadas; en pandemia, impone el distanciamiento social. Hay preocupación sobre la violación de la privacidad, pero las autoridades dicen que su función es únicamente educativa.

Recientemente, los perros robot Spot entraron a interactuar con drones de vigilancia; ejercen también funciones de ayuda. Ahora Spot apareció en la Florida; el gobierno estadounidense planea utilizarlo para patrullar la frontera con México. Los activistas de derechos humanos se oponen, y sugieren políticas migratorias más humanas ¿Qué más veremos en el futuro próximo?