La indisciplina que por estos días hemos mostrado al mundo nos identifica como un país violento, pues ya llevamos el mes, en medio de protestas sociales y violencia policial, ante esta desobediencia social el gobierno consideró que en medios de perturbaciones no se haría responsable en realizar la Copa América en la fecha prevista y pidió a la Conmebol posterga el torneo.
Sí a Colombia la atropellan la violencia y el desorden social, Argentina pasa por momentos de suprema agobia, aún más duradera y de peores consecuencias, su estado económico ha llevado al pueblo a vivir estrechamente ligado a la escasez y al desamparo, hoy Argentina es un manantial de penurias, carece de vacunas para atender la pandemia y no conserva suficiente camas UCI, sin embargo, prestó su nombre para realizar la Copa América en todo su esplendor, ya que compartía la doble sede con nuestro país.
Inicialmente la Conmebol la acogió como sede, pero debido a que el presidente Alberto Fernández acaba de decretar un nuevo confinamiento estricto por la imparable segunda ola de la Covid -19, la Conmebol cambió de parecer y el pasado lunes tras semanas de incertidumbre retiraron la organización del torneo a Colombia y Argentina y la concedió la sede a los brasileros.
La decisión estatal no ha sido aceptada con profunda vehemencia en el país de Jair Bolsonaro, millones de aficionados han perdido la conexión emocional del fútbol por la decisión de su gobierno.
Aunque el torneo está impedido para visualizarlo desde las gradas, la televisión hará que miríadas de establecimientos, miles de herméticas discotecas en pantalla gigante abrirán sus puertas, hormigueros de grupos familiares en casas y en otros eventos cuyo negocio es brindar el espectáculo no se eximirán de verlo. A la celebración del gol, los ánimos se trastornan en abrazos y besos, olvidándose que la aglomeración de personas es el mejor aliciente para que el virus se alimente en forma exponencial y convierta al continente en una enorme caverna para la propagación del covid.
El científico Miguel Nicolelis profesor de Neurociencia de la universidad Duke en Estados Unidos opina que: “Es increíble que el segundo país por número de muertes de Covid sea el anfitrión de un evento continental”, este mismo científico en entrevista con la BBC News Brasil concluyó que deberían adoptarse medidas legales que evitara la celebración de esta competencia y si llegare a celebrarse que la población boicotee el evento.
Hoy Colombia se encuentra entre las doce naciones con más afecciones, el tercer pico de la pandemia sigue dejando números preocupantes, hemos llegado a contabilizar 26.000 afecciones por día y ya casi llegamos a los 3.500.000 infectados, a lo largo de esta pandemia registramos 90.000 muertes, si llegásemos a realizar la Copa América la suma de contagios, de afectados y de muertes se multiplicarían.
Esta Copa América para Brasil como sede, más puede ser el daño que le cause, que el beneficio que pueda prestarle, por eso debemos agradecer a la Conmebol por habernos desalojado como sede y recibir este gesto, como una bendición de Dios.