El liderazgo de Jineth Bedoya

Hace diez años leí un libro con un título engañoso. Su contenido produce escalofrío por lo patético y reafirma la conocida expresión: “La realidad supera a la ficción”.

En un territorio caribeño como el nuestro, ¿qué puede pensarse ante un libro titulado “Te hablo desde la prisión”? Inmediatamente pensamos en la canción interpretada por Wilson Manyoma acompañado por la orquesta de Fruko y sus Tesos. Nada más equivocado. En las páginas de “Te hablo desde la prisión” hay historias de esas que abundan en nuestro país pero no se dan a conocer por varios motivos. Uno de ellos: la persona vejada prefiere no dar a conocer su tragedia porque eso significa revictimizarse ante una sociedad que alimenta su morbosidad con los padecimientos del prójimo. Otro motivo para el silencio del agraviado es el convencimiento de que la justicia en Colombia es inoperante, por decir lo menos. Frente a estos factores negativos, mejor callar.

La periodista Jineth Bedoya decidió contar un episodio que comenzó cuando se disponía a realizar una entrevista en una de las cáceles bogotanas. Ni siquiera logró entrar al penal. Fue secuestrada, violada y amenazada por delincuentes que con premeditación realizaron con ella las peores aberraciones. Finalmente, fue encontrada desnuda y casi muerta. Bedoya no descansó hasta verlos judicializados. Los autores intelectuales todavía no aparecen. Ella se ha convertido en defensora de los derechos de la mujer no solo en Colombia sino en el mundo. La agresión a Jineth ocurrió en el 2000 y todavía recibe amenazas de muerte. Por eso expresa con pesar: “En mi caso solo ha habido dos sentencias. Los autores intelectuales no han sido castigados y no creo que lo hagan porque es gente muy poderosa”. “La impunidad juega un papel fundamental para que la violencia contra las mujeres continúe”.

En estos días encontré en la prensa internacional noticias sobre la periodista, que laboraba para el periódico capitalino El Espectador cuando se inició su desgracia. En efecto, el 1 de octubre Hillary Clinton y su hija Chelsea lanzaron “El libro de mujeres tormentosas: historias favoritas de coraje y resiliencia”. En esa obra se incluye el nombre de Jineth Bedoya, quien desde hace varios años lidera su campaña “No es hora de callar” en defensa de los derechos de la mujer.

La campaña de Jineth Bedoya ha apoyado a más de 6000 mujeres víctimas y sobrevivientes de violencia sexual en el país. Debido a esta labor logró que por decreto presidencial se estableciera un día nacional para dignificar a quienes han padecido violencia sexual. El 17de julio del 2019 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos decidió acusar al Estado colombiano ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que responda por esos hechos, especialmente por la falta de respuestas efectivas.

Entre los reconocimientos obtenidos por Jineth Bedoya están: Premio Mundial al Coraje Periodístico. Premio Democracia y Paz de la Universidad de Georgetown, Estados Unidos. Premio de Periodismo Anna Poitkovskaya. En el 2013 fue reconocida en Londres como una de las 100 periodistas más influyentes de las que cubren guerras y violencia en el mundo. La sociedad Interamericana de Prensa (SIP) otorgará este mes de octubre a Jineth el Gran Premio Libertad de Prensa 2019, con el cual esperan crear conciencia de los riesgos que sufren las mujeres periodistas. La galardonada expresó: “Siento que me han concedido el Oscar del periodismo. Se trata de una altísima distinción dada por los mismos compañeros de oficio”. La periodista es conferencista internacional en temas de agresiones contra las mujeres. Actualmente es subdirectora del periódico El Tiempo. Ha publicado ocho libros, entre ellos: “Te hablo desde la prisión”, “Vida y muerte del Mono Jojoy”, “La Pirámide de David Murcia”, “Blanco neutralizado”, “Las trincheras del Plan Patriota” y “Los patios del Infierno: no es ficción”.

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