Mickey Rooney en el recuerdo

Columnas de Opinión
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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



Cuando los recuerdos acuden a nuestra memoria en forma persistente la mejor forma de enfrentar ese acoso es sacarlos a flote, aunque algunas escenas aparezcan borrosas. Hace muchos años, cuando cursaba el tercer año de la primaria, recibí como premio en la escuela un librito ilustrado sobre la vida de dos estrellas de cine que venían destacándose desde la década anterior.
Un actor y una actriz que habían entrado al mundo del séptimo arte cuando apenas aprendían a caminar. Él, Mickey Rooney, solo tenía diecisiete meses de edad y ya acompañaba a sus padres en presentaciones teatrales itinerantes. Ella, por su parte, comenzó a actuar al cumplir dos años de vida. Su nombre artístico: Judy Garland. La vida hizo que sus carreras se cruzaran y protagonizaron juntos nueve películas. En esa época era imposible hablar de ellos separadamente; por eso el librito que ya mencioné se llamaba “Mickey Rooney y Judy Garland”.

Perdí el rastro de Mickey Rooney. En realidad, ni siquiera lo recordaba como personaje del libro que había recibido como premio y hasta pensé que había fallecido hacía mucho tiempo; pero en 1963 me lo encontré en una película inolvidable, de esas que hay que ver más de una vez. En efecto, en la década de los sesenta apareció el pequeño gran actor en “El mundo está loco, loco, loco, loco”, alternando con grandes protagonistas como Jimmy Durante y Spencer Tracy, veteranísimos actores de la pantalla grande.

Mickey Rooney, cuyo nombre original era Joseph Yule, Jr., nació en Brooklyn, Nueva York, Estados Unidos, el 23 de septiembre de 1920. Comenzó su carrera en firme a los seis años. Sus padres eran actores de comedias divertidas. Fue, sin duda, el actor de cine que más años permaneció en la pantalla, haciendo honor a su frase favorita: “Cuando abro la puerta de la nevera y se enciende la luz, quiero actuar”. En 1927 Mickey Rooney se convirtió en estrella del cine mudo con un personaje que se volvió muy popular: Mickey Mc Guire, cuyo nombre adoptó para toda la vida. Pero fue la serie de películas “Andy Hardy”, filmada entre 1937 y 1944, la que lo convirtió en ídolo en los Estados Unidos. Por supuesto, el actor fue el número uno de la taquilla entre los años 1939 y 1941.

La pareja Rooney-Garland acaparó la atención de los cinéfilos por sus presentaciones en las películas musicales “Los hijos de la farándula” (1939), “Armonías de juventud” (1940), “Chicos de Broadway” (1941) y “Girl crazy” (1943). Pero en la actividad artística de Mickey Rooney hay muchas otras películas exitosas, como “Amanecer sangriento” (1956) y “El corcel negro” (1979), entre las más de doscientas cintas en las que participó. En televisión trabajó en las series “El crucero del amor” (1982), “Las chicas de oro” (1988) y “Se ha escrito un crimen” (1993). Obtuvo cuatro estatuillas honoríficas del premio Oscar. De su vida sentimental hay que destacar que se casó con ocho mujeres, entre ellas la actriz Ava Gardner. Todas eran mucho más altas que él: su estatura alcanzaba el metro con cincuenta y siete centímetros.

Mickey Rooney falleció a la edad de 94 años, el 6 de abril del 2014 en Los Ángeles; pero seguiremos viéndolo en “Una noche en el museo” gracias a las repeticiones que nos brindan en cualquier momento los canales de TV cable. Al momento de su muerte participaba en la película “El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde”, basada en la novela de Robert Louis Stevenson, el autor de “La isla del tesoro”. Como se ha dicho, parece incompleta una reseña sobre Mickey Rooney si no se complementa con datos de la vida de Judy Garland. Quedamos pendientes, pues, hasta próximas Acotaciones.