Sentido adiós al trovador Facundo Cabral

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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



En unas 'Acotaciones' de mayo lamentábamos la muerte de dos grandes representantes de la cultura latinoamericana: Gonzalo Rojas, chileno, y el novelista argentino Ernesto Sábato. Hoy el sentimiento de dolor surge de nuevo ante la desaparición del cantautor argentino Facundo Cabral.

No se entiende cómo pueden ocurrir hechos tan irracionales en países llamados civilizados. Seguramente se argumentará que se trató de una confusión, de un lamentable error.

Pero esa excusa inaceptable no nos traerá de nuevo a la vida al trovador que, nacido en la extrema pobreza y practicante de condenables vicios en su juventud, se erigió como figura ejemplar ante los ciudadanos del mundo, hasta el extremo de convertirse en mensajero universal de la paz a nombre de las Naciones Unidas. Basta meditar sobre el pensamiento de Facundo Cabral para comprender la inmensa profundidad de sus sentimientos.

No tiene mucho mérito repetir aquí los detalles que la prensa en estos días nos ha dado a conocer sobre la vida del cantautor asesinado en Guatemala. Pero no es fácil ignorar algunas de sus reflexiones: "Iremos de uno en uno, después de pueblo en pueblo hasta rodear al mundo con la misma canción".

"Está la puerta abierta, la vida está esperando con su eterno presente, con lluvia o bajo el sol." "Bienaventurado el que sabe que compartir un dolor es dividirlo y compartir una alegría es multiplicarla".

El verdadero nombre de este trovador era Rodolfo Enrique Facundo Cabral. Su primer nombre artístico fue 'El indio Gasparino', que cambió luego a Facundo Cabral. Solo comenzó a ser conocido después de grabar 'No soy de aquí ni soy de allá', en 1970. Debido a su condición de cantautor de protesta se vio obligado a vivir exiliado en México durante la dictadura (1976-1983).

La libertad es un tema recurrente en la producción musical de Facundo Cabral. Para los jóvenes hay mensajes en ese sentido; pero también para los adultos que voluntariamente se esclavizan dentro de esta sociedad de valores invertidos: "De mi madre aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo; ahora mismo le puedes decir adiós a los hábitos que te destruyen, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida por el camino perdido."

Cuenta el propio Facundo: "El 24 de febrero de 1954 un vagabundo me recitó 'El sermón de la Montaña' y descubrí que estaba naciendo. Corrí a escribir una canción de cuna: 'Vuele bajo', y empezó todo".

El cantante tenía entonces diecisiete años y a los catorce ya había ingresado a un reformatorio. Y entre sus incontables mensajes vale la pena destacar este de 1994: "Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo día. Vive de instante en instante, porque eso es la vida. Me costó 57 años llegar hasta aquí. ¿Cómo no gozar y respetar este momento?"

Hace apenas unos días conocimos un correo colgado en internet. Se titula 'Ama hasta convertirte en lo amado' y es una canción de Facundo Cabral. Un sentido homenaje al poeta desaparecido podría ser escuchar, en actitud reverente, ese mensaje.