Recientemente, al tenor del nuevo proyecto de Reforma a la educación superior se han suscitado reflexiones sobre la capacidad que tienen este tipo de instituciones para soportar el nuevo escenario local y mundial,
El ranking de Webomometric, uno de los que hace mediciones sobre el posicionamiento de 12.000 universidades a nivel mundial según criterios como tamaño, visibilidad, y otros relacionados con lo académico. En los resultados del ranking a 2011, se destaca la Universidad Nacional de Colombia ocupando el puesto 426 como la mejor en Colombia seguidas por la Universidad de Antioquia y la Universidad de los Andes.
Entre las mejores 2000 del mundo hay 14 colombianas y sólo una del Caribe colombiano: Universidad del Norte en el puesto 1.701. Esto nos proporciona una idea inicial de la situación de la universidad colombiana de cara a los retos de la nueva sociedad del conocimiento.
Considerando el panorama nacional se puede focalizar la educación en contexto del Caribe colombiano. Aquí, el pul de universidades que marcan el paso en cuestiones de visibilidad a nivel nacional son: la Universidad del Norte a la que se hizo referencia anteriormente, acompañada por la Universidad del Magdalena en el puesto 3.044, la Universidad Simón Bolívar (puesto 3.983) y la Universidad de Córdoba (4.041) entre las primeras 5.000 del ranking.
Otro marco de referencia sobre la calidad de la educación superior se muestra en el Ranking Iberoamericano SIR que da cuenta de la capacidad investigativa de las instituciones de educación superior, deja en 2011 a Colombia como el quinto país en el concierto latinomericano en desarrollo investigativo, después de Brasil, México, Argentina y Chile.
En Colombia la producción investigativa se concentra en 6 instituciones de educación superior. En este ranking la Universidad del Magdalena se encuentra en el puesto 358 de investigación científica en América Latina y muestra recientemente un avance significativo en el volumen de producción científica, pero requiere afinar la calidad de la misma.
Una lectura general sobre la situación de las universidades oficiales del Caribe deja ver a la Universidad de Magdalena como un ejemplo de pujanza, pues pasa de ser un ente en crisis en el 98 a ser una de las abanderadas de la academia y la investigación.
El proceso de desarrollo de la Universidad del Magdalena es realmente interesante y es la de mejor desempeño del Caribe después de Cartagena y Córdoba según los indicadores de gestión de las universidades públicas 2003-2009. Algunos de los puntos de avance de la Universidad del Magdalena son: después de la Universidad de Cartagena la de mayor crecimiento en su planta de docentes de tiempo completo, la de mayor movilidad de docentes después de la Universidad Popular del Cesar.
En cuanto a los estudiantes tiene la menor tasa de deserción del SUE Caribe 41,98 en 2009, en la última década según Planeación de la Universidad del Magdalena multiplicó por 7 su población de posgrado, por tres la de pregrado y la formación a distancia creció en un 55%, en total su oferta educativa suman más de 13 mil estudiantes. Esta oferta educativa la conforman 15 programas de posgrado, de los cuales 4 son de doctorado y tiene la mayor oferta de programas de pregrado del sistema universitario estatal del Caribe (39).
En calidad ha logrado acreditación por alta calidad de tres programas académicos y certificación por la Norma Técnica Colombiana de la Gestión Pública Icontec ISO 9001:2008. Además la Universidad del Magdalena es la segunda con mayor número de grupos de investigación (49) pero se tiene el reto de mejorar en el licenciamiento de productos y generación de patentes, asunto valido para el Caribe y el país en general.
Todos estos elementos dejan claro que la Universidad del Magdalena ha pasado de un estado de crisis a ser una de las universidades del Caribe de mejor proyección para los próximos años y abanderada del liderazgo regional en educación superior, que tiene grandes retos pero que cuenta con gran potencial para mejorar las condiciones de vida de la comunidad magdalenense y requiere de un mayor apoyo del Estado para extender sus beneficios a la gran parte de la población magdalenense que se encuentra por fuera del sistema de educación superior. Valga resalta que en contraste con los resultados por la formación básica y media, en educación superior la Universidad del Magdalena saca la cara por el sector oficial en eficiencia y eficacia.
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