60 años de EL INFORMADOR

Columnas de Opinión
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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



    Cuando se funda un periódico, una revista u otro medio escrito de comunicación, nadie sabe cuántas ediciones verán la luz pública con el transcurrir del tiempo, pues la experiencia enseña que se trata de una tarea que depende de la diversidad de criterio del posible público lector, de los recursos económicos que puedan sustentarlo y de los innumerables problemas que la vida atraviese al desarrollo de una iniciativa editorial: la subsistencia de un medio de comunicación nunca está garantizada.

     EL INFORMADOR ha llegado a sus sesenta años de labores. Completar seis décadas en alguna actividad es una proeza que no está al alcance de un ente cualquiera; se necesita decisión, tesón, confianza y, sobre todo, perseverancia para lograr los propósitos que se persiguen. Esas condiciones siempre han animado a sus fundadores y periodistas que emprendieron la ardua tarea de informar a una ciudadanía ávida de noticias, de difusión para sus eventos cívicos y de pormenores concernientes a la política nacional e internacional. Si analizamos el transcurso de este periódico a lo largo de tan largo tiempo, nos damos cuenta de que ha sido fiel a su lema, expresado el día de su fundación, 7 de agosto de 1958: “Serviremos a Colombia dentro del Frente Civil con las ideas y programas del Partido Liberal”.

     EL INFORMADOR es, sin duda, el notario del diario acontecer en la ciudad. En sus archivos está consignado lo bueno y lo malo que nos ha rodeado desde hace sesenta años. Quien quiera recordar la historia de Santa Marta a partir del último medio siglo pasado, tiene que acudir a los empolvados ejemplares de este diario en diferentes épocas. El periódico brinda apoyo sin medida a las manifestaciones que ponen de presente el talento y promueven el desarrollo de la inteligencia. Prueba de ello  son los concursos que frecuentemente promociona. La cultura ha ocupado siempre lugar destacado en este vocero del pueblo. No hay evento relacionado con el intelecto que pase inadvertido a sus acuciosos reporteros. Por otra parte, las separatas especiales son producto de verdaderas investigaciones en las cuales los responsables de las mismas se esmeran para estar a la altura de los temas tratados. La crítica, el comentario y todo tipo de expresión consignados en las secciones de opinión, aparecen tal como sus autores los conciben; en otras palabras, EL INFORMADOR respeta la libre expresión de sus periodistas y colaboradores.

     Por las oficinas de este diario han pasado todos los presidentes de Colombia a partir del Frente Nacional. Cada uno de ellos ha dejado su reconocimiento por la valiosa labor que cumple este medio informativo y por la importancia de su carácter conciliador y mesurado cuando se trata de mediar en conflictos aparentemente irreconciliables entre los ciudadanos. Todo eso se debe a la credibilidad que ha conquistado entre el público lector.    

     Los barrios de la ciudad no han encontrado medio mejor que las páginas de este periódico para exponer sus problemas de convivencia. Sin duda, se trata del vocero de las comunidades marginadas, a las cuales no llegan las soluciones requeridas si sus quejas no se plasman en la prensa de la ciudad. Por todo lo anterior, llegar a la cifra de 19.131 en su último aniversario es una prueba de la férrea voluntad de una familia periodística que, contra todos los inconvenientes encontrados a su paso, continúa al frente de la casa editorial más importante de la ciudad. Los diferentes atentados sufridos por EL INFORMADOR solo han servido para confirmar que las ideas nunca sucumbirán ante la fuerza bruta. Con el debido agradecimiento, Acotaciones de los viernes felicita al periódico que por muchos años le ha brindado el espacio necesario en su página editorial.