Escrito por:
José Vanegas Mejía
Columna: Acotaciones de los Viernes
e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es
Como lo hizo el pintor Leonardo Da Vinci en el siglo XV, el escritor Julio Verne fue capaz de anticiparse a los avances de la ciencia, idear inventos impensables en su época y realizar viajes que solo podían realizarse en el mundo de la ficción.
Con el pretexto de recordar a Julio Verne, los docentes de español y literatura podrían, o mejor, deberían inculcar en el estudiante la costumbre de leer. Y nada más conveniente que situar al niño o adolescente frente a las obras del escritor a quien se considera el fundador de la moderna literatura de ciencia-ficción. Este tipo de literatura, con sus relatos sorprendentes de aventuras e inventos que dejaban atónitos a los niños y jóvenes de hace algunas décadas, debe su auge a escritores que, para la época actual, han pasado a formar parte de los recuerdos gratos. Sería bueno que los profesores de los grados seis y siete se convirtieran en testigos presenciales (llamémoslos cómplices) de la amistad entre sus alumnos y los escritores de obras como las que hemos señalado. También podrían convidar a Emilio Salgari, Jack London, Herman Melville o Robert Louis Stevenson, sin descartar las producciones literarias amenas de nuestros escritores latinoamericanos y colombianos. Después de establecer estos lazos perdurables, el incipiente lector asumirá su propia responsabilidad y se adentrará cada vez más en el mundo de los libros.
La mayor parte de las novelas de Verne fueron ciencia-ficción. Actualmente se las mira como precursoras de muchos inventos y descubrimientos que la ciencia ha hecho realidad. Pero poco se habla de dos obras publicadas después de la muerte del autor. Son ‘El eterno Adán’ (1910) y ‘La extraordinaria aventura de la misión Barsac’ (1920). En ellas Julio Verne se muestra escéptico y preocupado por los resultados que el desarrollo de la ciencia y la tecnología pueda producir sobre la especie humana. Paradójicamente, son las mismas preocupaciones que nos desvelan después de 112 años del fallecimiento de este escritor visionario.
Son frases de Julio Verne: “La ciencia se compone de errores, que a su vez son los pasos hacia le verdad”. “Lo que una persona puede imaginar, otras pueden hacerlo realidad”. “¡Qué gran libro podría escribirse con lo que se sabe! ¡Otro mucho mayor se escribiría con lo que no se sabe!”.