Kirk Douglas llegó a sus cien años

Columnas de Opinión
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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



Lejanos están ya aquellos años en los que nos entusiasmaban las grandes películas filmadas con la técnica del CinemaScope. Las relacionadas con temas religiosos eran las predilectas no solo en épocas de Semana Santa o Navidad.
Nos llamaban la atención los prodigios de patriarcas, los combates de centuriones y el exterminio implacable de los indios en el Oeste norteamericano. La nueva técnica de filmación reproducía el sonido ambiente de manera que el espectador se sentía parte de la película, rodeado por todo lo que acontecía en la pantalla. De hecho, el anuncio de cada película iba precedido de la consabida frase “Filmada en Technicolor y CinemaScope”. Naturalmente, en esos filmes, llamados ‘superproducciones’, se movían a gusto actores y actrices cuyos nombres eran suficiente motivo para que acudiésemos a las salas de cine. Uno de esos gigantes de la acción fue Kirk Douglas. De él nos ocuparemos en esta última ‘Acotación’ del año para rendirle un sencillo homenaje de gratitud precisamente cuando ha cumplido cien años de vida.

Issur Danielovich Demsky, conocido como Kirk Douglas, nació en Amsterdam, Nueva York, Estados Unidos, el 9 de diciembre de 1916. Sus padres fueron inmigrantes judíos de origen ruso. Hizo su debut en Broadway en 1941. Enrolado en la marina participó en la Segunda Guerra Mundial; cuando regresó actuó en la radio y en roles de poca importancia. En 1949 se consagró con la película ‘El ídolo de barro’, en el papel de un boxeador sin escrúpulos que se abre paso hacia la fama. Se dice que el temperamento propio de Kirk Douglas le permitió interpretar el personaje con gran propiedad. Por esta película fue nominado a un premio Oskar. Otra nominación le llegaría con ‘Cautivos del mal’, en 1952. Ya había participado en ‘El extraño amor de Martha Ivers’, ‘Retorno al pasado’ y ‘A Electra le sienta bien el luto’. La recia personalidad de Douglas lo llevaba a menudo a chocar con los directores. Decidió entonces arriesgarse como director, y en los años 70 se dedicó a la dirección, aunque siguió siendo actor.

Son numerosas las películas protagonizadas por Kirk Douglas. Citemos algunas de ellas: ‘Murallas humanas’, ‘Carta a tres esposas’, ’20.000 leguas de viaje submarino’, ‘La pradera sin ley’, ‘Hombres temerarios’, ‘Duelo de titanes’, ‘Senderos de gloria’ y ‘Los vikingos’. Mención especial merece su actuación en ‘El loco del pelo rojo’ (1956), en la cual personaliza al pintor Vincent Van Goh y alterna con Anthony Quinn. Por ese papel recibió una tercera nominación para el Oskar. Menos conocidas son: ‘Mi querida secretaria’, ‘El trompetista’, ‘Río de sangre’, ‘Camino de Oregón’, ‘Ataque al carro blindado’, ‘Sindicato de asesinos’, ‘El gran duelo’, ‘Hombres a respetar’ y ‘Los justicieros del Oeste’. Kirk Douglas protagonizó ‘¿Arde París?’ (1966). Sin embargo, en nuestra mente permanece su caracterización en ‘Espartaco’, sin duda una de sus más emblemáticas cintas.

Kirk Douglas publicó su biografía. La tituló “El hijo del trapero”, como le gusta que lo llamen. Es padre del famoso actor Michael Douglas, de Joel, Peter y Eric, este último fallecido en el 2004. Aunque hace unos días un prestigioso diario, por error, informó sobre “su muerte” y publicó por adelantado su obituario, Kirk Douglas sigue vivo y acaba de cumplir sus primeros cien años. No ha llegado el momento de colgarle el consabido THE END de las grandes producciones cinematográficas.