Escrito por:
José Vanegas Mejía
Columna: Acotaciones de los Viernes
e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es
El 25 de noviembre de 1914 nació Joe DiMaggio, beisbolista cuya fama se fundamentó en dos motivos diferentes: el deporte y el sentimiento amoroso. Digamos que el connotado beisbolista era oriundo de Martínez, California, Estados Unidos. Su nombre completo: Giuseppe Paolo DiMaggio; hijo de padres inmigrantes italianos que llegaron a América, se instalaron en California y se dedicaron a la pesca. Contaba el pelotero que si no hubiera sido por su repugnancia al olor del pescado y a las labores de esa actividad, él habría seguido los pasos de su progenitor.
Joe DiMaggio debutó en las Ligas Mayores en 1932. Gracias a sus dotes excepcionales como bateador de largo alcance fue contratado por los Yankees de Nueva York en 1936. Se casó con la actriz Dorothy Arnold en 1939 y fueron padres de Joseph Paul DiMaggio III en 1943; un año más tarde se divorciaron. En 1969 el pelotero fue declarado el mejor jugador de béisbol de la historia. Había impuesto la marca de más jonrones en una temporada y su desempeño como jardinero central (center fielder) fue excelente durante toda su carrera.
No puede hablarse de Joe DiMaggio sin entrelazar su vida con la de Marilyn Monroe, despampanante estrella de cine, símbolo sexual de la época. Su verdadero nombre era Jeane Norma Baker. Nació en Los Ángeles el 1 de junio de 1926. Contrajo matrimonio tres veces: James Dougherty, escritor y policía, fue su primer marido, de 1942 a 1946; ella tenía dieciséis años. Con Joe DiMaggio contrajo matrimonio en 1954. Arthur Miller, escritor y autor de teatro, se convirtió en su tercer esposo entre 1955 y 1961. Se asegura que todos ellos trataron infructuosamente de alejarla del alcohol y las drogas. Aparte de estas uniones oficiales, Marilyn sostuvo relaciones amorosas con los siguientes personajes del cine y el teatro: Elia Kazán, Yves Montand, Marlon Brando y Tony Curtis. Además, se agregan los nombres de John F. Kennedy, Robert Kennedy y Frank Sinatra.
En enero de 1954 DiMaggio se fugó con Marilyn Monroe. Ese mismo año, en septiembre, se filmó la película ‘The seven years itch’ (“La comezón del séptimo año’) en la cual el viento levanta la falda de la actriz en pleno centro de Manhattan. Ese episodio causó gran disgusto a DiMaggio, quien además la maltrataba con frecuencia. El beisbolista debió someterse a terapia emocional por causa del alcohol. Después de nueve meses de matrimonio se divorciaron; sin embargo, DiMaggio y Marilyn continuaron siendo buenos amigos, hasta el extremo de reunirse para leer juntos poemas selectos. En cuanto a Marilyn Monroe, Arthur Miller conocía profundamente la intimidad emocional de su esposa; prueba de ello se refleja en su obra para el cine “Vidas rebeldes” o “Los inadaptados”, con Clark Gable y Marilyn Monroe: pone en labios de la actriz esta frase: “¿Puede un hombre sonreír cuando contempla a la mujer más triste del mundo?”. Marilyn murió el 5 de agosto de 1962 debido a sobredosis de droga. DiMaggio costeó su funeral y ordenó flores en su tumba tres veces a la semana mientras estuvo vivo.
DiMaggio pensaba que tener su nombre vinculado a una obra social significaba más que estar en el Salón de la Fama. Por eso creó la Fundación Hospital Infantil Joe DiMaggio, en La Florida, con la única condición de que ningún niño fuese rechazado por no tener cómo pagar su atención. Murió el 8 de marzo de 1999 en el condado de Hollywood, La Florida.