Los mensajes de Facundo Cabral

Columnas de Opinión
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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



Hace cinco años murió asesinado el cantautor argentino Facundo Cabral. El infausto suceso ocurrió en Ciudad de Guatemala, en hechos que la justicia de ese país nunca aclaró en forma suficiente.
Se argumentó que se trató de una confusión, de un lamentable error. Pero esa excusa inaceptable no nos traerá de nuevo a la vida al trovador que, nacido en la extrema pobreza y practicante de vicios rutinarios en su juventud, se erigió como figura ejemplar ante los ciudadanos del mundo hasta el extremo de convertirse en Mensajero Mundial de la Paz en nombre de las Naciones Unidas. Se llamaba Rodolfo Enrique Facundo Cabral. Nació en La Plata, Buenos Aires, el 22 de mayo de 1937. Murió el 9 de julio de 2011. Hasta los catorce años no aprendió a leer. Fue cantante, compositor, poeta y dibujante. Para fines artísticos utilizó el seudónimo ‘El indio Gasparino’, que cambió luego por Facundo Cabral. Solo comenzó a ser conocido después de grabar ‘No soy de aquí ni soy de allá’, en 1970. Debido a su condición de cantautor de protesta se vio obligado a vivir exiliado en México durante la dictadura argentina (1976-1983).

No tiene importancia repetir los detalles que los medios de comunicación nos dieron a conocer sobre la vida del cantautor en los días siguientes a su muerte; pero es difícil ignorar algunas de sus reflexiones: “Iremos de uno en uno, después de pueblo en pueblo hasta rodear al mundo con la misma canción”. “Está la puerta abierta, la vida está esperando con su eterno presente, con lluvia o bajo el sol.” “Bienaventurado el que sabe que compartir un dolor es dividirlo y compartir una alegría es multiplicarla”. Estos pensamientos de Cabral nos permiten comprender la inmensa transparencia de su ser y la profunda convicción de sus valores morales.

La libertad es un tema recurrente en la producción musical de Facundo Cabral. Para los jóvenes siempre tuvo mensajes en ese sentido; pero también para los adultos que voluntariamente se esclavizan dentro de esta sociedad de valores invertidos: “De mi madre aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo; ahora mismo le puedes decir adiós a los hábitos que te destruyen, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida por el camino perdido”.

Contaba el propio Facundo: “El 24 de febrero de 1954 un vagabundo me recitó ‘El sermón de la Montaña’ y descubrí que estaba naciendo. Corrí a escribir una canción de cuna: ‘Vuele bajo’, y empezó todo”. El cantante tenía entonces diecisiete años y a los catorce ya había ingresado a un reformatorio. Y entre sus incontables mensajes vale la pena destacar este de 1994: “Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo día. Vive de instante en instante, porque eso es la vida. Me costó 57 años llegar hasta aquí. ¿Cómo no gozar y respetar este momento?” Las composiciones de Cabral mezclan la crítica social y el humor inteligente. ‘Ama hasta convertirte en lo amado’ es una canción suya. Pero también se lo recuerda por ‘El carnaval del mundo’, ‘Ferrocabral’, ‘Cabralgando’, ‘Gracias a la vida’, ‘Sentires’, ‘El oficio de cantor’, ‘Cantar, solo cantar / Cabral, solo Cabral’. En compañía de Alberto Cortez ofreció conciertos como ‘Lo Cortez no quita lo Cabral’. Escribió el libro ‘Paraíso a la deriva’, en 1985. Paz en la tumba de este hombre modelo de humildad.