Algunas efemérides en abril

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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



El 26 de abril de 1986 ocurrió el mayor desastre de la energía nuclear en la historia: no podemos olvidar la tragedia de Chernobil, en Ucrania. En próxima nota nos referiremos a ese lamentable suceso. Por ahora, recordemos que el 30 de abril se conmemoran varias efemérides, aunque no abundaremos en detalles sobre ellas; solo diremos que en 1531 Martín Alonso De Sousa, portugués, desembarcó donde se levantó después Río de Janeiro. En 1789 George Washington se convirtió en el primer presidente de los Estados Unidos. En 1803 Napoleón Bonaparte vendió el territorio de Louisiana a los Estados Unidos para evitar que cayera en poder de los ingleses. Un día como este, en 1857 Managua se convirtió en la capital de Nicaragua. En 1900 Hawái pasó a ser territorio de los Estados Unidos. En 1933 fue asesinado el presidente del Perú, Luis Sánchez Cerro. El 30 de abril de 1945 se suicidó Adolfo Hitler. En 1975 terminó la Guerra de Vietnam. En 1984 fue asesinado en Bogotá el ministro de justicia colombiano Rodrigo Lara Bonilla.


En forma más extensa, recordaremos la odisea de la Kon-Tiki. El 28 de abril de 1947 se hizo a la mar una rústica balsa, imitación de las que utilizaban los aborígenes de las costas peruanas para aventurarse a navegar en las aguas del Pacífico. Su comandante se proponía probar la tesis según la cual la Polinesia pudo ser poblada por habitantes que por vía marítima habían llegado desde América del Sur. Esa idea, que rondaba la mente del explorador noruego Thor Heyerdahl, requería, para ser comprobada, la construcción y el diestro manejo de una balsa precolombina. Así fue como Heyerdahl, en compañía de otros cinco escandinavos, salió del puerto de El Callao rumbo norte-occidente en temerario desafío al bravo Océano Pacífico.


La aventura de la Kon-Tiki fue narrada posteriormente en una obra titulada ‘Kon-Tiki, a través del Pacífico en una balsa’. Ya Julio Verne (1828 - 1905), Emilio Salgari (1862 - 1911) y otros grandes narradores habían sembrado cierta expectativa entre los jóvenes lectores de aventuras marinas, pero esta odisea en aguas de Sudamérica, a mediados del siglo XX, renovó la pasión por los viajes extraordinarios. La Kon-Tiki fue construida con troncos de madera balsa cruzados. Medía 14 metros de largo por 7.5 de ancho. El mástil tenía 9 metros y la vela cubría 27 metros cuadrados. Era una réplica de las embarcaciones indígenas tal como las describieron los conquistadores españoles. La teoría de Heyerdahl tenía poca credibilidad, pues se dudaba que tal viaje pudiese realizarse. Sin embargo, para emprender el peligroso intento los intrépidos navegantes de la endeble balsa se arriesgaron. La travesía duró 101 días, durante los cuales recorrieron unos 7.000 kilómetros hasta encallar en el atolón de Raroira, en las islas Tuamotu.


La historia de la Kon-Tiki no pierde emotividad aun después de conocer el lector el concepto de Hans Disselhoff sobre viajes precedentes al de Heyerdahl. Afirma Disselhoff que el poco desarrollo marinero de los indios americanos hace poco creíble que estos hayan colonizado la Polinesia. Agrega que los grandes marinos eran los polinesios, no los indios sudamericanos, y que todas las corrientes de cultura se desplazaron de Occidente a Oriente. Según él, “todas las corrientes de cultura se desplazaron de Occidente a Oriente. Además, el mundo especializado no duda hoy que la Isla de Pascua fue colonizada por polinesios procedentes de Occidente”. La balsa Kon-Tiki llegó a su destino el 7 de agosto de 1947.