Investigadores del Instituto Smithsonian y el Real Jardín Botánico de Madrid identificaron nuevas especies del género Matisia, con potencial importancia ecológica y farmacéutica. Tres de estas especies fueron halladas en Colombia.
Investigadores del Instituto Smithsonian y el Real Jardín Botánico de Madrid identificaron nuevas especies del género Matisia, con potencial importancia ecológica y farmacéutica. Tres de estas especies fueron halladas en Colombia.
Desde los bosques tropicales de Panamá y Colombia se han revelado seis nuevas especies de árboles pertenecientes al género Matisia y a la familia Malvaceae, grupo que incluye plantas como el algodón. Este importante hallazgo fue liderado por investigadores del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) y del Real Jardín Botánico de Madrid, quienes anunciaron los resultados tras un extenso trabajo de recolección y análisis de muestras vegetales.
En Colombia, las especies identificadas son Matisia genesiana, Matisia mutatana y Matisia rufula. Estas plantas se encontraron en diversas regiones boscosas del país, caracterizadas por su rica biodiversidad y su papel crucial en la sostenibilidad de los ecosistemas locales.
Matisia genesiana: Nombrada en honor al destacado botánico que contribuyó al conocimiento del género, esta especie presenta características particulares en sus hojas y frutos, lo que facilita su identificación.
Matisia mutatana: Esta especie fue descubierta en la región de Mutatá, en el departamento de Antioquia. Sus árboles alcanzan alturas significativas y son esenciales para la fauna local, ya que proporcionan alimento y hábitat.
Matisia rufula: Reconocida por su follaje de tonalidades rojizas, se encuentra en los bosques de la región Pacífica. Es una especie resistente que contribuye a la estabilidad del suelo y al ciclo de nutrientes.
El investigador principal, David Mitre, gerente de investigación de ForestGEO-STRI, subrayó la relevancia de proteger estos ecosistemas para garantizar la conservación de especies aún desconocidas. “Estos descubrimientos nos recuerdan la importancia de las áreas protegidas y de reforzar las medidas para preservar su integridad”, comentó.
En el caso de Panamá, se identificaron las especies Matisia petaquillae, Matisia changuinolana y Matisia aquilarum. Las dos primeras llevan nombres alusivos a las regiones donde fueron recolectadas, mientras que la tercera rinde homenaje a un águila Harpía cuyo nido fue encontrado en el árbol por las especialistas Karla Aparicio y Ruby Zambrano.
El Parque Nacional Chagres, lugar de hallazgo de Matisia aquilarum, se destaca como un refugio vital para la flora y fauna, evidenciando la interconexión entre las especies y sus hábitats.
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Metodología y colaboración
El equipo liderado por el botánico Fernando Fernández-Alonso llevó a cabo un minucioso análisis de muestras almacenadas en herbarios de Costa Rica, Colombia, Ecuador y Estados Unidos. En colaboración con Ernesto Campos, también se revisaron colecciones de los herbarios de la Universidad de Panamá, el Summit Canal Zone de STRI y la Universidad Autónoma de Chiriquí.
Los investigadores también desarrollaron una clave dicotómica actualizada para la identificación de las especies del género Matisia en Panamá. “Esta herramienta sustituye una clave que data de hace más de medio siglo y permitirá un análisis más preciso en futuras investigaciones”, destacó el informe.
Importancia ecológica y potencial farmacéutico
El Smithsonian resaltó que los bosques de Panamá y Colombia albergan especies vegetales esenciales no solo para los animales que dependen de ellas, sino también para el ser humano. Muchas de estas plantas podrían ser fuentes de nuevos productos farmacéuticos y otros recursos cuya utilidad aún se desconoce.
“El descubrimiento de estas seis especies es solo la punta del iceberg. Estamos seguros de que existen más especies por identificar, lo que reafirma la necesidad de seguir explorando y documentando nuestra biodiversidad”, concluyó Mitre.
Aunque estos descubrimientos son motivo de celebración, también llaman la atención sobre las amenazas que enfrentan los ecosistemas tropicales debido a la deforestación, el cambio climático y la expansión de actividades humanas.

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Los investigadores instan a los gobiernos y comunidades a trabajar juntos en la protección de áreas clave como el Parque Nacional Chagres y los bosques del Pacífico colombiano, que no solo son tesoros naturales, sino también fuentes de bienestar para generaciones futuras.
Futuro de la investigación
El equipo planea continuar explorando otras regiones de Centro y Sudamérica, convencido de que quedan muchas especies por descubrir. Al mismo tiempo, buscan generar conciencia sobre la riqueza biológica de estos países y fomentar el apoyo a proyectos de investigación y conservación.
Con este hallazgo, Panamá y Colombia refuerzan su posición como epicentros de biodiversidad mundial, un recordatorio de la urgencia de proteger nuestros recursos naturales.}
za biológica de estos países y fomentar el apoyo a proyectos de investigación y conservación.
Con este hallazgo, Panamá y Colombia refuerzan su posición como epicentros de biodiversidad mundial, un recordatorio de la urgencia de proteger nuestros recursos naturales.}