El Palacio de Justicia de la ciudad de Tuluá, en el Valle del Cauca, fue incendiado después de una jornada de protestas que acabaron en fuertes disturbios y violencia.
Según informes y videos difundidos por la Policía, las llamas han arrasado buena parte del tejado y el segundo piso de la institución judicial de esta ciudad.
"Ataques como los de esta noche en Tuluá dejan de ser vandálicos y se convierten en actos terroristas. La protesta pacífica es legítima, la violencia es delito", consideró el ministro de Justicia colombiano, Wilson Ruiz, quien condenó el ataque.
Se desconoce aún quién o quiénes están detrás del incendio que los bomberos intentan apagar, aunque su llegada fue dificultada por la situación de descontrol que reina en la zona y por un grupo de gente que, entre arengas y con el rostro cubierto, se encontraba en las inmediaciones del Palacio.
Tuluá vivió momentos muy tensos con enfrentamientos entre la fuerza pública y grupos de protestantes y episodios de caos urbano, en una nueva jornada de las protestas.