Los cultivos se han visto afectados lo que ha impedido pastar al ganado, lo que aumenta la inseguridad alimentaria y el hambre en zonas.
Según los últimos datos del organismo, más de 11.000 personas se han visto afectadas en las últimas dos semanas en el estado oriental de Kasala.
Las inundaciones también han dañado más de 400 casas en el campo de refugiados de Shagarab, en la frontera con Etiopía, lo que ha dejado en la indigencia a personas ya vulnerables y que huían de la violencia en otros lugares.
Ante esta situación, los equipos de Acnur sobre el terreno -junto con las autoridades estatales- están levantando instalaciones para alojar a cientos de familias desplazadas recientemente por las inundaciones, y están distribuyendo artículos de socorro y construyendo diques para proteger campamentos y otros tipos de albergues.
La acumulación de agua también ha destrozado cultivos y ha impedido pastar al ganado, lo que aumenta la inseguridad alimentaria y el hambre en zonas.
La temporada de lluvias en Sudán, que habitualmente empieza en julio, dura cuatro meses y causa estragos en la población y en las infraestructuras del país. EFE