Los recursos serán distribuidos también en las zonas afectadas por los huracanes y las fuertes lluvias en el país.
Tras el paso de los huracanes Eta e Iota por las aguas del Caribe colombiano, fueron varias las poblaciones que resultaron afectadas en gran medida, siendo el Magdalena y el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina las regiones con mayor registro de afectación. Ante la situación de emergencia, el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, manifestó haber aprobado una donación que supera los 400.000 dólares para dar respuesta a las necesidades que enfrenta dichas poblaciones a causa de la fuerte ola invernal.
La entidad brindará soporte al país por medio de recursos no reembolsables y asistencia humanitaria, además, el dinero será destinado a la adquisición de agua potable, productos alimenticios e insumos de primera necesidad, así como apoyo en la provisión de socorro y transporte de los elementos hasta las zonas afectadas.
Lo anterior, enmarcado en la asistencia financiera de emergencia que el BID ofrece a sus países miembros prestatarios cuando ocurren desastres naturales.
En el Magdalena, Eta dejó un saldo de 26.000 damnificados a causa de las inundaciones por el desbordamiento de ríos y el archipiélago tuvo que enfrentarse al paso de ambos huracanes, que destruyeron alrededor del 98% de la infraestructura de Providencia, generando graves daños a los servicios de agua potable y saneamiento básico.
