Por. Alberto Camilo Blanco Jiménez
El triunfo más notable obtenido por Silva, como entrenador, sin lugar a dudas fue ascender al Unión Magdalena el año pasado. Ese formidable cumplimiento del deber lo asoma en la categoría “A” del fútbol profesional colombiano, con mucho aire en los pulmones para poner a silbar al “Ciclón”, en la presente temporada. Si hay aire en los pulmones de Silva, también hay un fuerte viento, en el sistema respiratorio de los jugadores que contribuyeron a elevar de categoría al equipo Samario. De entrada se vive y se siente la fuerte brisa que sopla en las huestes “bananeras”. Estos aires de triunfo bien canalizados generarían indudablemente un poderoso frente emocional en la atmósfera de la élite del balompié profesional, que contribuiría enormemente con la autoestima del equipo, para sentirse y jugar como ganador. Claro, viene de ganar. Por eso auguramos que va a soplar y a silbar “El Ciclón”. Esperamos que José Edilberto Gómez, Mateo García, Jonathan Lopera, Stewar Mena, James Sánchez y Carlos Bejarano, jugadores recién llegados, también traigan buen aire en los pulmones, con el fin de sumar otros vientos victoriosos a la brisa samaria.
Obviamente que no se va a depender únicamente del fuerte viento emocional ganador, pero seguramente será la base, donde edificará Silva su “plan de juego”, el cual consiste en un conjunto de interacciones, sincronizaciones y tareas sectoriales en términos generales, que deberá sistematizarlo con la estrategia, la interactividad en el campo de juego y la táctica en los comportamientos en las diferentes fases de juego cuando se pierda la pelota y qué hacer cuando la recupere. Todo ese proceso debe estar mediado por la pedagogía del entrenamiento que conoce muy bien Silva y especialmente en estos momentos que tiene tantos vientos a su favor. Entonces a trabajar con la precisión del relojero, para equivocarse lo menos posible en aras de mantener la categoría que es el objetivo supremo este año 2022.
A propósito de la permanencia en la “A”, la cual con estos aires de victoria, aspiramos que no sea flor de un año, sino por el contrario que sea una primavera eterna. En tal sentido, Silva expresó en la última rueda de prensa que existen ocho equipos de alto nivel y doce que están en un peldaño más bajo, entre ellos justamente, que están de una u otra forma en igualdad de condiciones deportivas que el Unión, se buscará mantener la categoría. En cuanto al promedio que se constituía en la espada de Damocles sobre el cuello de los equipos recién ascendidos, en esta oportunidad, el Unión Magdalena, ingresa al campeonato de la “A”, con un promedio de 0 y desde que comience a jugar va construyendo su propio promedio, de tal suerte que no se le contabilizarán puntos de partidos y campeonatos que no haya jugado, como ocurría en el pasado, donde arrancaba castigado con una deuda vieja e injusta donde el promedio aparecía con unos números altamente desventajosos.
Teniendo en cuenta que Silva, subió al equipo a la máxima categoría y por ende tiene aire ganador, es penas justo y necesario que él, oriente los destinos del Unión y ponga a soplar y silbar “al Ciclón” en el exigente torneo de la “A”. El otra aire que se necesita es el de los Directivos, en lo que concierne a los aspectos administrativos y financieros, para posicionar y mantener al equipo Samario, en su histórica categoría.