Reactivación turística: prioridad en la agenda gubernamental

Columnas de Opinión
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A pesar del momento crítico debido a la pandemia y las limitantes en las que se encuentra el sector, se hace necesario preparar todas las estrategias para reactivar el turismo. Recordemos que esta industria en el 2019 se consolidó como el segundo generador de divisas del país y desde el 2015 venía incrementando el ingreso de estas, perfilándose como el sucesor a largo plazo de las exportaciones de combustibles.

En tiempos donde la nueva normalidad ha obligado a las organizaciones a desplegar una serie de estrategias para mitigar los efectos negativos de la pandemia, este ejercicio no excluye al sector turístico, siendo este el más afectado dentro de toda esta coyuntura; incluyendo contextos micros y macros. Sin embargo, dadas las circunstancias, resultan imperantes nuevas estrategias para engranar nuevamente la cadena y el valor que el turismo otorga a la economía.

Por un lado, encontramos el apoyo gubernamental constante, incluso antes del periodo pandémico, reflejado hoy día en la creación de decretos en pro de la reactivación sectorial, por ejemplo, la resolución 1569, en la cual se permite a bares y restaurantes la comercialización de licores, quizás el mayor rubro de ingresos para este tipo de negocios.

Así mismo, la Ley 2068 del 31 de diciembre de 2020 que tiene por objeto fomentar la sostenibilidad en el sector e implementar mecanismos para fortalecer la competitividad y promover la reactivación turística y así consolidar al país como un destino responsable y de alta calidad. Aspectos como la exención transitoria del IVA, reducción al 0% de las tarifas del impuesto nacional al consumo en el expendio de comidas y bebidas; Exclusión del IVA en contratos de franquicia y la reducción en los impuestos territoriales a los prestadores de servicios turísticos son directrices que seguramente y de extenderse hasta diciembre de 2022, ayudarán a la recuperación del turismo.

Por otra parte, vale la pena analizar algunos indicadores que llaman la atención sobre el comportamiento del sector en el 2020. A nivel nacional se presentó una disminución del 66% en el arribo de pasajeros aéreos nacionales en vuelos regulares, pasando de 26.260.947 de viajeros en el año 2019 a sólo 8.891.069 en el 2020. En la misma línea el registro negativo en cifras en el tránsito de extranjeros en vuelos regulares reflejando una disminución del 73%, con cifras de 7.020.271 de viajeros recibidos en el 2019 y sólo 1.871.883 en el 2020 (fuente MinCit-Citur, 2021). Para el primer trimestre de este 2021 las cosas no cambiaron. Según la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), el tráfico de visitantes extranjeros disminuyó en un 75,2% con respecto al primer trimestre del 2020.

Por tanto, a partir de estos nuevos escenarios surge un manual de lecciones aprendidas para el sector en sus distintos engranajes, desde restaurantes hasta hoteles, donde el concepto de modelo de negocio y de curva de experiencia cambió vertiginosamente y por ende, donde las estrategias deben reflejar ese aprendizaje significativo como producto de este periodo turbulento, esto incluye el establecimiento de una política de trabajo comprometida entre lo público, privado y académico como aporte fundamental en estos momentos difíciles.
Colaboración del investigador Camilo Barragán Morales.