La Asociación Colombiana de Arqueología, informó sobre los posibles riesgos que generarían los trabajos que se adelantan en el camellón Rodrigo de Bastidas ya que existen vestigios arqueológicos de un momento histórico que podrían estar precisamente bajo el Malecón.
Luego de que las esculturas dedicadas a los indios Tayrona, que se encontraban sobre el Camellón de la Bahía de Santa Marta fueran desmontadas por la Empresa Distrital de Desarrollo y Renovación Urbano Sostenible de Santa Marta, Edus, se ha originado una serie de inquietudes y temores en cuanto a la conservación de estas en la ciudad.
Pese a las declaraciones dadas por parte del gerente de la Edus, Dagoberto Ospina, de que dichas obras no irán a desaparecer, sino que por el contrario se retiraron para su restauración, trabajo que entra dentro de los avances de la rehabilitación del Camellón, las explicaciones aún llenan de preocupación a especialistas y antropólogos.
El director del programa de Antropología de la Universidad del Magdalena, Juan Carlos Vargas, denunció los trabajos que se vienen adelantando ante el Instituto Nacional de Antropología, tras el traslado de las esculturas donadas por el maestro Héctor Lombana, en 1.993, ya que afirma que se están violando algunos temas que son de beneficio cultural e histórico de la ciudad.
“Creo que la principal responsabilidad del antropólogo y el arqueólogo es preservar y conservar nuestro patrimonio histórico y cultural; en este momento, desde mi punto de vista, los trabajos que se están adelantando en el Camellón están afectando posiblemente el patrimonio cultural y arqueológico que hay en este sector de la ciudad”, dijo Juan Carlos Vargas.
Como bien es conocido, Santa Marta es una de las ciudades más antiguas de América, cuyo proceso de población inició en la ribera del mar a la llegada de los primeros españoles, quienes se asentaron provisionalmente allí, antes de dar inicio a la fundación y construcción formal de la ciudad.
La historia
El antropólogo explicó el grado de importancia arqueológica que tiene el Paseo Bastidas, (carrera 1) ya que cuenta con siglos de ocupación desde que llegaron los españoles y previamente por las comunidades indígenas que lo habitaban. “Resulta que cuando llegan los españoles, ellos establecen unos mecanismos de defensa en la ciudad, y en este momento cuando nosotros vemos que se está interviniendo con maquinaria pesada, es altamente posible que estas evidencias que hacen parte del patrimonio cultural y material de la Nación están siendo alteradas”.
Con base a la explicación dada por Juan Carlos Vargas, él solicitó desde hace un mes a la Alcaldía que se establecieran unos protocolos que mitigaran el impacto de esas obras, ya que existen vestigios arqueológicos de un momento histórico que podrían estar precisamente bajo el Malecón. Sin embargo, la respuesta que recibió fue que no hay una norma que los obligue a establecer un plan de manejo arqueológico.
La solicitud al Icanh
La Asociación Colombiana de Arqueología, ACOARQ, informó sobre los posibles riesgos que afectarían el patrimonio arqueológico de la Nación que se encuentra en el Malecón del Centro Histórico de Santa Marta, por cuenta de las obras civiles que se están desarrollando allí y que implican importantes remociones de tierra. El Instituto Colombiano de Antropología e Historia, Icanh, ya está enterado de la situación.
En una misiva, la presidenta de la ACOARQ, Zdena Porras, le solicitó al Icanh que proceda a ordenar la inmediata suspensión de las obras en el Malecón y a exigir la implementación de las medidas de manejo que garanticen la protección del patrimonio arqueológico de la ciudad.
Piden medidas de protección
No obstante, lo que se ha planteado, es que se establezcan las medidas de protección de esta zona de la ciudad. “Estamos viendo cómo fueron removidas las esculturas que hacen parte del patrimonio, pero no sabemos dónde están resguardadas, en qué condiciones de conservación están, cómo se va a hacer la restauración y por quienes serán restaurados”, son los cuestionamientos del antropólogo.
El proceso de desmonte
El gerente de la Edus dijo que las esculturas se retiraron del lugar porque el proyecto contempla la restauración y conservación de las esculturas indígenas del Camellón, por tal motivo bajo protocolos aprobados por la interventoría y con la recomendación de los supervisores de bienes culturales, BIC, se inició el proceso de desmonte de cada una de ellas y posteriormente se están trasladando al campamento de obra en el mismo Camellón, para iniciar con el procedimiento de embalaje y protección. 
“Es importante destacar que esta intervención está aprobada por el Ministerio de Cultura y por ende cuenta con todas las autorizaciones y todos los requerimientos legales para la intervención de este tipo de bienes de interés cultural”.
De igual manera, Ospina sostuvo que, el contratista A Construir y la interventoría Ararat, se encargaron de las actividades de desmonte y la restauración está a cargo del contratista, bajo la supervisión de bienes culturales tanto del contratista y la interventoría. Desde un principio estaba concertado con expertos para su validación y es algo que está completamente cubierto y le podemos dar un parte de tranquilidad a la ciudadanía”, dijo.
Ubicación y restauración de las esculturas
Según lo informado por la Edus, todas las esculturas estarán ubicadas en el Camellón, con alguna modificación de su posición inicial. La escultura de la Avenida Santa Rita con primera se reubicará en el área del Camellón con el fin de eliminar el obstáculo que presenta en dicha intersección, sobre todo en temporadas de lluvia, en los cuales genera remansos que impiden la descarga completa de agua hacia el box coulvert de la Avenida Santa Rita.
Para la restauración, Ospina mencionó que se cuenta con todos los protocolos diseñados y cualquier ubicación será tenida en consideración por factores técnicos o de funcionalidad y en todo caso no será una decisión unilateral, ni de la entidad, ni del contratista. “Con esto queremos aclarar cualquier tipo de inquietud, que sería presentado en relación con las esculturas. Queremos aclarar a los samarios que en ningún momento vamos a destruir las esculturas, todo lo contrario, serán restauradas”.
El significado de las esculturas
Es importante mencionar que, las esculturas exaltan el valor patrimonial e histórico de la ciudad. El Homenaje a la Etnia Tayrona o Monumento a la Deidad Tayrona representa a dos indígenas mirando en dirección a la Sierra Nevada de Santa Marta y posicionados con el mar a sus espaldas. La base del monumento es de forma circular con varios símbolos tayrona y al igual que las estatuas es hecha en fibra de vidrio.
Santa Marta, Distrito Turístico, Cultural e Histórico.
El pasado 29 de diciembre de 2.019, Santa Marta cumplió 30 años de haberse constituido como Distrito Turístico, Cultural e histórico. A través del Acto Legislativo No 3 de dic 29 de 1.989, la ciudad, por ser la más antigua de Colombia, pasó a ser parte de los distritos especiales y su configuración como tal quedó plasmada en la Constitución de 1.991
La solicitud de reconocimiento a Santa Marta como la primera ciudad fundada (1.525) en la república de Colombia, fue presentada ante el Congreso Nacional por el parlamentario samario, Juan Carlos Vives Menotti, indicando que se le hiciera justicia a la ciudad al declararla como Distrito Turístico, Cultural e Histórico.
Las condiciones de “turística” y de histórica” saltan a la vista: las hermosas, majestuosas e innumerables playas que la rodean ofrecen un atractivo único para la explotación turística. El haber albergado al Libertador, y acogerlo como su primer lugar de reposo, da cuenta de una historia matizada por los ataques de piratas y conquistadores a la que se le unen los monumentos arquitectónicos de la época como la Catedral de Santa Marta, la más antigua de Colombia, la quinta de san Pedro Alejandrino, la Casa Consistorial, La Casa de la Aduana, la Casa de Madame Agustine, el claustro de San Juan Nepomuceno y el Fuerte de San Fernando con más de 300 años de historia, entre muchos otros.
¿Cultural? ¿Por qué cultural? Santa Marta ha sido cuna de multiplicidad de etnias y costumbres. Por sus tierras pasaron indígenas, esclavos, piratas y conquistadores; el puerto y su tráfico de mercancías y personas, introdujo diversidad de estilos de vida que se aprecian en el mobiliario, en la comida gourmet y en su fina gastronomía de postres con influencia europea, que se mezclan con nuestros sabores autóctonos.
Preservar la identidad del pueblo samario y el acervo cultural es necesario. Y esto va ligado a su historia. Así el título del Distrito Turístico, Cultural e Histórico conlleva responsabilidades que deben ejecutarse para beneficio de todos y que, de ser explotadas adecuadamente, situarían a la tierra de Bastidas, a la Perla de América en el sitial de honor que le corresponde.
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