Una cooperación necesaria

Columnas de Opinión
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Colombia ha sido un país marcado por la violencia de la guerrilla, paramilitares, el narcotráfico y catástrofes de fenómenos naturales. Hechos como la toma del Palacio de Justicia, masacres en poblaciones rurales, la guerra contra los carteles del narcotráfico y el devastador terremoto en Armenia entre otros, despertaron la solidaridad de muchos países del mundo, obligando a crear un organismo que canalizará las ayudas económicas y de asistencia técnica de cooperación internacional.

Sin duda alguna, el Plan Colombia -creado en el gobierno del expresidente Andrés Pastrana, ha sido el mejor programa de cooperación internacional en la lucha contra los grupos al margen de la ley y la reducción de cultivos ilícitos. Además de fortalecer la justicia y las operaciones de nuestro ejército, impulsó la reactivación de la economía en varias zonas apartadas del país que antes eran dominadas por la violencia y el narcotráfico. Lamentamos que el gobierno de los Estados Unidos haya reducido su ayuda de 650 millones de dólares que se alcanzó a recibir en el último periodo del Gobierno de George W Bush a 331 millones de dólares aprobados por la administración Obama.

Se preguntarán ustedes. ¿Dónde se invierten todos esos millones de dólares? El éxito del programa de inversión radica en la organización con que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), administra estos recursos. Los operadores internacionales que ejecutan estos programas deben someterse a unos protocolos de ejecución, metas y controles de inversión en tiempo y calidad del servicio prestado. A manera de ejemplo, entre el 2006 y el 2010, la Usaid implementó el programa Midas -Más Inversión para el Desarrollo Sostenible-, con una inversión de 160 millones de dólares, el cual trajo como resultado la creación de más de 30 alianzas estratégicas entre pequeños campesinos e industriales para la siembra de 165 mil nuevas hectáreas en cultivos como palma de aceite, cacao, frutales y renovación de cafetales en zonas como el sur de Bolívar; Tibú, Magdalena Medio, serranía del Perijá, Putumayo, Nariño y el corredor de cordoba-urabá. Fue una experiencia bastante confortante, porque pudimos lograr estos matrimonios entre ricos y pobres permitiendo incrementar los ingresos de ambos. Antes de este esquema una familia campesina tenía ingresos promedio de 320 mil pesos mensuales en una parcela de 10 hectáreas, ahora obtienen ingresos superiores a los 2 millones de pesos/mes.

También se contribuyó al manejo y conservación de más de 100 mil hectáreas de bosques naturales y se fortaleció la capacidad productiva y comercial de más de 10 mil pymes facilitando la generación de más de 240 mil empleos en 20 departamentos de nuestro país. Este año, se dispondrá de un presupuesto del orden de 180 millones de dólares destinados para implementar programas de fortalecimiento de la justicia, asistencia técnica a comunidades y trabajo con comunidades vulnerables en regiones como los montes de María y el Catatumbo en el norte de Santander entre otros.

El presidente Santos le ha puesto a Sandra Bessudo -nueva directora de la Agencia de Cooperación Internacional-, una meta de 2.200 millones de dólares al 2013. Gestionar la consecución de estos recursos de cooperación no es tarea fácil teniendo en cuenta la crisis que afecta a tantos países del mundo, y que Colombia es ahora una economía emergente. Muchos éxitos.