En Colombia las niñas menores de 14 años de edad que por decisión propia acudan al servicio médico con la intención de practicarse una interrupción voluntaria del embarazo, IVE, podrán acceder a ese servicio de salud sin la autorización de sus padres.
Lo anterior quedó estipulado en la resolución 051 de 2023 con la que el Ministerio de Salud reguló las condiciones para que las mujeres puedan acceder al derecho del aborto hasta la semana 24, tal y como lo ordenó la Corte Constitucional.
Como podemos recordar la Corte Constitucional despenalizó en 2022 la Interrupción Voluntaria del Embarazo en cualquier caso y después de la semana 24 de gestación cuando se presenten tres causales: riesgo para la vida o la salud física, mental o social de la mujer o persona gestante; exista una grave malformación del feto que implique que éste probablemente no vivirá, y cuando el embarazo sea resultado de una conducta constitutiva de acceso carnal o acto sexual sin consentimiento, entre otros aspectos.
Esta ha sido una sentencia histórica, la del año pasado con la que Colombia pasó a ser el país latinoamericano con más libertades para las mujeres en ese sentido, a tal punto que hasta las niñas menores de 14 años ya pueden abortar sin el consentimiento de los padres.
Tal decisión ha generado todo tipo de reacciones como había que esperarse, desde los promotores que celebran tal decisión, hasta los más conservadores que consideran una decisión aberrante y que abre las puertas a una gran crisis de tipo moral y social.
La resolución 051 dice que las niñas menores de 14 años pueden ejercer su derecho a la IVE de manera autónoma. Su deseo de interrumpir o continuar con el embarazo prima sobre los deseos de sus padres o representantes legales, aun si ellos no están de acuerdo con su decisión”
Con ese punto claro, el aborto hasta la semana 24 queda sin ninguna edad mínima para que sea autorizado, por lo que cualquier médico que se oponga a practicar el procedimiento bajo ese argumento podría estar incurriendo en un delito.
Como podemos apreciar con lo anteriormente expuesto, se abre la puerta a la posibilidad de que muchos jóvenes, léase adolescente sin ninguna orientación básica de educación sexual crea que esto le da licencia para tener relaciones sexuales a tan corta edad, y lo que es peor pueda decidir sin ninguna madurez o responsabilidad abortar a su antojo o escaso juicio.
Es deber de cada hogar, de los padres responsables brindar a sus hijos una debida educación sexual responsable, pues con el aborto no solo se atenta contra un ser ya con vida, sino con la vida misma de estas adolescentes que se inician a temprana edad en sus relaciones sexuales, las cuales no miden las consecuencias o trascendencia de las mismas.