Paisajes del Magdalena

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



Nuestro departamento es una de las regiones más privilegiadas del continente; “la magia de tenerlo todo”, dice un eslogan publicitario de nuestra capital, abrazada por el mar Caribe y custodiada por la Sierra Nevada. Descubrir las opciones que el Magdalena ofrece es encontrarse con toda clase de posibilidades turísticas: historia, arte, cultura, deportes, diversión, arquitectura, urbanismo, gastronomía, paisajes impresionantes, mar, ríos, montañas y mucho más. Pero la autocrítica es necesaria en estos tiempos de turismo creciente.

El Magdalena tiene acceso por cualquier vía: carreteras (algunas deplorables), un aeropuerto internacional bastante limitado, transporte férreo apenas en recuperación y fluvial por el río Magdalena; una fantástica ventaja competitiva a potenciar. Santa Marta, (próxima a cumplir 500 años de existencia oficial) es una de las ciudades más antiguas del continente americano, no la más antigua aún si consideramos su primera fundación en 1502. Algunos historiadores sitúan la fundación de Ciénaga en 1521 y catequización en 1538; dejémosle este debate a la academia. Es, pues, un departamento con muchísima historia. Aun cuando la arquitectura de Santa Marta y Ciénaga ofrece verdaderas joyas, el irrespeto a la tradición y las normas de conservación arquitectónica de nuestro patrimonio es demencial. Atención, autoridades; atajen esos desafueros.

El mar Caribe, templado todo el año, baña a estas dos ciudades; dos parques naturales, el Parque Nacional Tayrona y la Isla de Salamanca, nos deparan distintas hermosuras. El primero con sus espectaculares playas (14, distintas entre sí) y numerosos ríos que descienden de la Sierra Nevada, es un santuario para los pobladores ancestrales; Pueblito es un hermoso recuerdo de los antiguos asentamientos kogui. Se permite turismo en el parque buscando preservar los ecosistemas. Salamanca, en el Complejo Lagunar Ciénaga Grande de Santa Marta, comprende los municipios de Pueblo Viejo y Sitionuevo. De vital importancia para la conservación de distintos ecosistemas, ofrece paisajes marinos, manglares en recuperación (después del desastre ecológico de la carretera Ciénaga-Barranquilla, medianamente reparado), acceso a la ciénaga, al mar y al Río Magdalena. Se puede recorrer con permiso previo y guía turístico.

A pocos minutos del centro histórico, al norte de Santa Marta aparece Taganga, bello destino turístico. Una bahía rodeada por verdes montañas que se divisa desde la carretera; allí es posible hacer deportes náuticos, senderismo y otras actividades. Hacia el oriente, se asciende hasta la preciosa Minca; su ambiente montañoso de agradable clima invita a hospedarse en los bonitos hoteles rurales, entre el follaje. El río Minca atraviesa el pueblo, ofreciendo las cascadas Marinka y Oído del Mundo, y el balneario Pozo Azul; más arriba está el Cerro Kennedy, 2 más de 3000 MSNM, además de otros miradores. El paisaje es impresionante; un plan obligado es observar desde allí los fastuosos atardeceres del mar Caribe y la Ciénaga Grande. El café, de increíble calidad, le dio pujanza a este pueblo, igual que el cacao posteriormente.

Ciénaga, que fuera la ciudad más importante de la región hace un siglo, rememora sus gloriosos momentos con una bonita arquitectura, a veces descuidada. En el centro está el emblemático Templete, símbolo de la ciudad. Costa Verde y más allá la bahía de Papare son lugares imperdibles. Aracataca, cuna de Gabo, nuestro Premio Nobel de Literatura, y el histórico fotógrafo Leo Matiz, es digna de visitar. Allí se encuentra la Casa Museo de Gabo y la Casa del Telegrafista; parques y calles, todo gira alrededor del escritor. Los paisajes que bordean la carretera evocan las épocas de la bonanza bananera.

Hay muchas otras razones para hacer turismo paisajístico en el Magdalena: en las ciénagas de Chilloa, Zapatosa, Zárate y Zapayán se disfruta del avistamiento de aves, Nuestro departamento tiene mucha biodiversidad y el ecoturismo va en ascenso. Pero, ojo. Es necesario garantizar el suministro y la calidad del agua, las vías, movilidad, seguridad, orden, aseo y otros aspectos que, no solo hagan atractivo al departamento, sino muy agradable la estadía del visitante. “Turista satisfecho trae más turistas, decía un antiguo aviso publicitario.



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