Despertar leones

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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



Milei fue la grata sorpresa de Davos.  Comparto mucho de sus planteamientos en política económica y pública; contrario a él, creo que el estado juega un rol importante en la sociedad como árbitro último y garante de derechos que es. 

Milei se metió en la boca del lobo, Davos, le dio una sólida lección de economía defendiendo el libre mercado y la empresa privada, y desnudó los intentos de crear una dictadura global con imposiciones ideológicas progresistas.  Se necesita coraje para decirles a los habituales de Davos que solo hay hombre y mujer, que el estado es el problema, que el cambio climático es una verdad a medias y una total manipulación y que el aborto es el mayor genocidio en la historia de la humanidad. Se necesita una mezcla de locura y valor y sobretodo enorme convicción. 

Resultó que el libertario retardatario fue el verdadero revolucionario.  La valentía y seriedad argumentativa de MIlei han sido ampliamente reconocidas, y solo en X su discurso tenía el pasado viernes más de 43 millones de reproducciones, y ha sido traducido a varios idiomas.

Milei aprovechó el pulpito para vender efectivamente a Argentina; le comunicó al mundo que Argentina is open for business.  Viajó en vuelo comercial con una comitiva de 4 personas, dando ejemplo a su pueblo de austeridad; no es aceptable decir que el país está quebrado y que la gente debe hacer sacrificios, mientras se derrochan los recursos públicos.  Petro debería tomar nota.  Los pobres vendemos país demostrando solidez institucional y seguridad jurídica, que no hay corrupción o es baja y que el estado está comprometido con proteger a la empresa privada.  Éste fue el mensaje de Milei.

Por el lado colombiano, las cosas no fueron tan bien.  Las intervenciones de Petro fueron un compendio de lugares comunes con grandes vacíos conceptuales logrando caer en la intrascendencia.  Dejó ver la pobreza intelectual que lo aflige, muy a pesar de que trata de parapetarla tras palabras rimbombantes. 

A diferencia de Milei, Petro viajó en avión presidencial y con un numeroso comité de aplausos, haciendo derroche de recursos públicos.  Vender a Colombia no era difícil.  Era gratis, y la mejor vitrina era el podio o la silla desde donde un presidente estructurado, con ideas y norte claro y con facilidad expresiva podía seducir a su audiencia.  Nada de esto sucedió con Petro, quien como toda estrategia prefirió un jeep Willys dando vueltas por Davos y una casa donde tocaban salsa puertorriqueña.  El gran anuncio de Petro fue decir que Colombia no haría más exploraciones de hidrocarburos.  Imagino las risas burlonas en el recinto, y lo dijo a pesar de la reciente conclusión del COP 28 que palabras más, palabras menos, reconoció que los hidrocarburos no van para ningún lado, y que la transición tomará un largo tiempo. Petro no quiere entender que los hidrocarburos son necesarios para poder hacer la transición energética y que Colombia debe aprovecharlos. 

Un gobierno empecinado en venderle al país otra reforma tributaria, no puede ser incoherente y abusivo con la chequera de la gente.  Viajes van y vienen, arriendos inexplicables, asesores de imagen, etcétera que le valen al erario mil millones al año, financiación de delincuentes, flota nueva de camionetas blindadas para la cancillería, entre muchas otras indelicadezas.  No conocen la austeridad y viven derrochando.

Total, después de Davos nadie habla de Petro ni lo cita para nada porque el mundo está ocupado hablando de Milei.  Los dejo con una frase de Milei citada por Kevin Roberts, presidente del Heritage Foundation, durante su intervención en Davos: No vine a liderar ovejas sino a despertar leones.  Que diferencia con Petro que lo que quiere es liderar borregos.

Y con respecto a la segunda tributaria de Petro…¡mamola! 



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