El desarrollo socioeconómico del sector agropecuario pasa necesariamente por la sostenibilidad ambiental y económica de la empresa ganadera. Tanto lo uno como lo otro, se han venido haciendo a través del gremio ganadero, Fedegan, mediante programas que han contado con el decidido apoyo de empresarios ganaderos de manera asociativa e individual. En sistema de silvopastoreo “actualmente hay 15.000 hectáreas con estos sistemas, y esperan en el 2023 sumar 35.000 hectáreas más, para un total de 50.000 hectáreas con producción sostenible al cierre del próximo año. Pero la meta más ambiciosa es la trazada al finalizar estos cuatro años. Fedegan propone alcanzar 300.000 hectáreas de Sistemas Silvopastoriles. También juega papel preponderante en este aspecto la ganadería regenerativa, hoy cubre “A la fecha, Acoganar cuenta con 63.519 hectáreas de ganadería regenerativa en Colombia pertenecientes a sus asociados, de las cuales 41.532 hectáreas son dedicadas a la producción, 17.680 hectáreas están en conservación y 4.302 hectáreas en agricultura.”
En lo que hace referencia a la sostenibilidad económica de la empresa pecuaria ganadera bovina y bufalina es absolutamente claro que el giro rentable del negocio está en la industrialización, transformación y comercialización de la carne y leche, no merece ningún tipo de discusión.
Tratándose de la ganadería de carne se abren tres vertientes: Consumo nacional, exportaciones de carnes en cortes y la exportación de reses vivas. La dinámica del mercado ha conducido al crecimiento en años anteriores. Hoy en lo corrido del 2023, muestra una drástica caída de “estos datos, reportados por el Dane y compilados por la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán-FNG, evidencian una caída de 45 % en el total de ingresos frente al primer trimestre de 2022, que fueron de casi USD 162 millones.”
Los efectos de la caída de las exportaciones de ganados en pie, no se han hecho esperar, los volúmenes que se están dejando de vender al exterior, no han venido siendo absorbidos por el mercado nacional formal, la informalidad rampante y el abigeato están minando la economía ganadera. Tampoco se han destinado a las exportaciones de carnes transformadas. Menos aún se ha visto reflejado en caída de los costos al consumidor nacional, a pesar de las diferentes campañas desarrolladas con estrategias de descuentos de almacenes de cadenas y grandes superficies en la colocación de sus productos y excedentes.
Las expectativas frente a una nueva regulación de bienestar animal, noble en su esencia, pero altamente inconveniente para el negocio exportador en pie, impone el aumento a las áreas que debería ocupar la res en el viaje de ultramar, así como la manipulación preembarque, llevarán necesariamente a que nuestras novillos pierdan competitividad frente a la competencia regional, que no impone tales restricciones y cada vez nos ganan espacios de comercio internacional.
Las exportaciones en pie en Colombia, son el regulador del precio para el ganadero colombiano, de mantenerse la caída de ventas, el precio para el pequeño ganadero se afecta drásticamente.
El mercado nacional, si bien está en capacidad de absorber el volumen que se deje de exportar, no tiene la suficiente capacidad de pago para consumirlo.
Es necesario, tener en cuenta la dinamización de diferentes sectores económicos camioneros, combustibles, peajes, restaurantes, hoteles, ocupación laboral temporal, entre muchos que participan en la operación.
El pequeño ganadero, más de 600.000., son quienes están sintiendo la drástica caída en los precios del Ganado de levante por las actuales exigencias de pesos mínimos para ganados destinados a la exportación en pies.
Los pequeños ganaderos, son parceleros con hatos que en promedio no superan 20 reses, con áreas pequeñas que no les permite llevar sus reses a los pesos que hoy están exigiendo los compradores para la exportación en pie, lo que conduce a colocar a menor precio a quienes cuentan con áreas y pastura suficientes para cumplir requerimientos de peso exigidos.
De no flexibilizar las actuales requisitos el precio del ganado no mejorará para el pequeño productor, todo lo contrario seguirá siendo presa fácil del mercado.