Comercio electrónico

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Luis Tabares Agudelo

Luis Tabares Agudelo

Columna: Opinión

e-mail: tabaresluis@coruniamericana.edu.co


 Hasta hace pocos años, lo más común era comprar productos y servicios de forma presencial y pagar únicamente en efectivo.
Esto cambió con el uso y surgimiento de tarjetas débito y de crédito, así como los pagos por transferencia bancaria. Estos en conjunto han ido impulsando dos cambios importantes; la primera, por la forma en la que los comerciantes aumentan sus ventas al permitir pagos con estas diversas formas. Y, la segunda, en la activación de la economía.

En el presente hemos llegado al punto de que es casi impensable que en un establecimiento de comercio no se pueda pagar con algo diferente al dinero en efectivo, pues la pandemia le dio el impulso que faltaba y que necesitaba el comercio electrónico en el sentido de que hoy es la opción más utilizada por compradores y vendedores.

Lo mismo ocurre con el pago de los servicios públicos, impuestos, sanciones, compra de alimentos, compra de combustible, entrar a cine, pagar domicilios, pago del servicio de taxi, pago por exportaciones o el pago de las mismas tarjetas de crédito pues todas las entidades se han adaptado o acomodado a esta forma de pago evitando en el usuario la ida a hacer fila a la entidad. Quiere decir que las largas filas para hacer pagos con dinero en efectivo es cada día asunto del pasado.

En consecuencia, el auge de las tarjetas de crédito sigue en aumento y hoy hacen parte de esos instrumentos que dinamizan la economía pues el emisor cuando necesita que se active o para atacar la inflación lo hace a través de las tasas de interés. Para adquirirla, el usuario se dirige a la entidad bancaria de su preferencia y la solicita. Luego, previo estudio de esta entidad de sus hábitos y capacidad de pago, se decide si se la otorga o no. Si la adquiere, el usuario podrá hacer compras en los establecimientos que las reciban pagando si desea en módicas cuotas mensuales. Igualmente, grandes almacenes de cadena las ofrecen a sus clientes que tengan capacidad de pago.

Hoy se reportan millonarias cifras por las ventas en razón de que el comercio electrónico crece cada día en el mercado colombiano. La Cámara Colombiana de Comercio Electrónico reporta un aumento del 47% de ingresos en el primer trimestre de 2022 comparándolo con el 2021. Y, un aumento del 109% respecto del 2020. Estos movimientos han representado 12.2 billones de pesos en ventas a través de 79 millones de transacciones. El área que mas contribuye al crecimiento de estas ventas electrónicas ha sido el de los servicios como ingeniería, jurídica y contabilidad con un 20%, los financieros en 16% y la compra de aparatos electrónicos 12,7%. Según la misma entidad, los colombianos que pagan por medio de tarjetas de crédito o débito son el 54,8% y por transferencia desde cuentas bancarias 39.6%. Mientras tanto, el valor promedio de las compras de los colombianos a través del comercio electrónico en este primer trimestre ha sido de $154.000 el cual representa un aumento de 2.6% con respecto al año pasado.

Hay que agregar que el teléfono celular ya domina como príncipe en estas transacciones del comercio electrónico. En síntesis, todas estas ventas que en su mayoría son por medio de él, tienen una reina: la internet. Sin ella no habría este tipo de comercio y los humanos cada día que pasa dependemos mas y mas de su reinado.

Para concluir, hace poco tiempo surgió en Colombia la ley de perdón y olvido con el fin de que aquellas personas que paguen dineros atrasados puedan regresar a la vida crediticia. Lo anterior también influyó en los pagos digitales que no sólo son la puerta de entrada para millones de personas a mayor inclusión financiera, también son una herramienta muy valiosa para activar la economía por la cantidad de transacciones que hacen los integrantes de la sociedad colombiana. Y, a diferencia de nuestro pasado cercano ya no hacemos filas en las entidades bancarias y la compra que hagamos por medio del comercio electrónico ya no tiene que ser presencial ni en efectivo y nos llega hasta la casa.