Decretos durante la Pandemia

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Escrito por:

Luis Tabares Agudelo

Luis Tabares Agudelo

Columna: Opinión

e-mail: tabaresluis@coruniamericana.edu.co


Las Constituciones de los diferentes países antes de la segunda guerra mundial eran tenidas prácticamente como una carta. Existían, estaban ahí pero como un adorno.

Con el holocausto ocurrido y posterior juicio de Nuremberg llegan cambios transcendentales para la humanidad: surge la Organización de Naciones Unidas y por el Doctor Hans Kelsen, -el autor de la “teoría pura del derecho”- obtenemos el surgimiento de la Corte Constitucional como guardiana, ama y señora de la Constitución.

A su vez, a Colombia nos llega sólo hasta 1991, cuando se decide cambio de Constitución que surgió prácticamente sin querer queriendo, pues solo se pensaba en reformarla debido a que por más de 100 años nos había mantenido al menos unidos la anterior constitución.

Hoy algunos expertos y lógicamente abogados constitucionalistas afirman que el decreto emitido por el Gobierno sobre la emergencia económica contiene vicios que afectan su constitucionalidad y se refieren a medidas insuficientes, ineficaces y a la conexidad. Este último, quiere decir que un decreto que se expide al amparo de las medidas económicas debe tener una relación directa con las causas que motivaron esa emergencia como en este caso con la pandemia del covid-19. Afirman que la caída del precio del petróleo y la subida del valor del dólar son los verdaderos problemas que tiene el gobierno y venían ocurriendo antes del coronavirus.

Aunque no podemos desconocer el grandísimo gasto social que el Gobierno le toca hacer para ayudar a los estratos más bajos, no permitir que la economía y la salud colapsen y que los colombianos no aguanten hambre; en nuestra economía el valor del dólar y el precio del barril de petróleo son los que lo nivelan. Por lo tanto, la baja de los recursos del Estado por estas dos causas agrava la crisis por el coronavirus.

De todas maneras con relación a decretos por emergencias emitidos desde la presidencia de la república es preocupante porque el poder ejecutivo adquiere facultades de legislar directamente sin tener en cuenta al poder legislativo..
Pero, hoy nuestro Congreso prácticamente se encuentra disuelto debido a que cada uno anda por su lado con la apreciación popular que fueron los primeros en salir corriendo a protegerse del virus.

Mientras tanto, cuando la Corte Constitucional entra a hacer los controles anteriores o posteriores a los decretos emitidos por el Ejecutivo no ocurre en este control algo muy importante que debe ocurrir en una democracia como cuando legisla el Congreso: el derecho a la oposición a manifestarse con relación a su posición a las medidas.

Sin desmeritar el excelente trabajo de nuestra Corte Constitucional lo que debemos hacer todos los colombianos es solicitarle al Congreso que regrese a legislar así sea en forma virtual, que no dejemos solo al Ejecutivo ejerciendo esta labor porque cuando a un poder se le otorgan todas esas facultades, primero, rompe el equilibrio de poderes y segundo, estamos a puertas de que llegue el autoritarismo. Por esta razón todo el poder legislativo dando oportunidad a la oposición de manifestarse debe estar legislando así sea en forma virtual. Que no nos abandonen en este momento tan crucial porque no podemos desconocer que los congresistas son los representantes del pueblo elegidos por voto popular para que nos representen allá en las altas esferas del poder

En síntesis, todos: el gobierno, el estado, el país, la nación debemos hoy estar preocupados en cómo vamos a reactivar la economía durante y después del covid-19 debido a que los decretos del poder ejecutivo pueden ser viables mientras haya dinero.

Para concluir, aunque nuestra Corte Constitucional siempre ha estado en las más difíciles decisiones como guardiana de la Constitución, esta vez considero que ni el congreso ni el pueblo deben dejarla sola en este control al poder Ejecutivo.


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