Protesta social en Colombia

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Escrito por:

Luis Tabares Agudelo

Luis Tabares Agudelo

Columna: Opinión

e-mail: tabaresluis@coruniamericana.edu.co


La protesta es una expresión pública de inconformismo que la define el Diccionario de la Real Academia Española como “la forma de declarar o proclamar un propósito, o confesar de manera pública una creencia o pensamiento”.

Además, en las democracias actuales es un principio fundamental del sistema democrático que está inmerso en el buen funcionamiento debido a que con ella los ciudadanos se hacen oír y se dan un lugar dentro del sistema político.

El Congreso de la Republica en intento de reformarla nos envió todo un capitulo en el nuevo código de policía que regulaba el derecho a la reunión y a las manifestaciones en público donde prácticamente tres personas eran multitud y “que las autoridades municipales y concejos municipales debían reglamentar los requisitos para realizar actividades que impliquen aglomeraciones”.

La Corte Constitucional le puso el tatequieto al Congreso devolviéndole a la ciudadanía su derecho legítimo a protestar manifestando que “el derecho de reunión tiene un carácter altamente democrático, según los debates de la Asamblea Nacional Constituyente”.

Es evidente que el nuevo Estatuto de la oposición política dentro de los principios rectores garantiza la participación política efectiva cuando ordena que “El Estado garantizará a todas las agrupaciones políticas ejercer el ejercicio de la oposición, incluyendo la movilización y la protesta social”.

 La Corte Constitucional, la define como “libertad publica fundamental pues constituye una manifestación colectiva de la libertad de expresión y un medio para ejercer los derechos políticos…”

Y, por último, la Constitución Política de los colombianos garantiza el derecho a la protesta pacífica en artículo 37 cuando establece que “toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente…”

 

En Colombia protestamos y salimos a marchar en contra del terrorismo cuando le hicimos la más grande protesta pacífica de toda la historia de Colombia en contra de las Farc dando origen a los diálogos con este grupo o la más sangrienta que surgió debido a que el gobierno de turno no protegió la vida de uno de los grandes líderes del momento y que solo hasta ahora hemos podido aplacar: Jorge Eliécer Gaitán. 

En síntesis, la protesta es un derecho humano cuando es legítima, pacífica y ceñida a los límites que la democracia le impone, es la forma que tenemos los ciudadanos de hacernos escuchar respetando las posiciones de los demás.