La etapa final

Columnas de Opinión
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Escrito por:

José Lafaurie Rivera

José Lafaurie Rivera

Columnista Invitado

e-mail: jflafaurie@yahoo.com

Twitter: @jflafaurie



La "Política Integral de Seguridad y Defensa para la Prosperidad" que presentó el Ministro Rodrigo Rivera, refrenda el compromiso del gobierno para abonar el terrero del pos-conflicto, cerrar el largo capítulo de la violencia y capitalizar el legado del ex presidente Álvaro Uribe.

Y es que la idea de un Estado fuerte, que no transa con terroristas y delincuentes, una fuerza pública con el control legítimo de las armas y la lucha frontal contra los grupos armados ilegales y sus fuentes de financiación, están en las prioridades de 6 de cada 10 colombianos.

El anhelo, por supuesto: ¡la victoria! Nadie puede estar tan demente como para no querer la paz, como aseguró el Presidente Santos. Y la única forma es derrotando la criminalidad.

Compartimos el examen de la seguridad nacional, pero también de la seguridad ciudadana. No desconocemos las amenazas internas -rurales y urbanas- pero también fronterizas y regionales, que siguen generando los grupos terroristas que aunque disminuidos, replegados e inestables, han vuelto a una peligrosa guerra de guerrillas, que nos recuerda que la tarea para desarticular y desmovilizar sus estructuras debe continuar.

Más aún porque se han sumado nuevos y complejos retos, tras el ascenso de las bandas criminales, en connivencia con la delincuencia organizada del narcotráfico e inclusive violaciones como el delito informático.

Razones de más para aplaudir la decidida meta, de finiquitar la pacificación del país en 2014. Un objetivo que era impensable hasta hace poco. Hoy podemos decir que el Estado y sus instituciones, legítimamente constituidas, ganaron.

Desde hace nueve años el equilibrio del poder militar y ofensivo, se inclinó a favor de la fuerza pública y la inteligencia castrense.

Con todo y las desavenencias, arbitrariedades y campañas de desprestigio en contra de muchos de sus miembros, debemos reconocer que su fortalecimiento hoy nos tiene ad portas de la "etapa final". Y si tenemos algo claro, luego de más de cuatro décadas de violencia, es que la guerra se gana en el campo de batalla.

Fedegán como gremio y los ganaderos como colectivo, hemos dado un paso al frente y daremos tantos como sea necesario, para que la fuerza pública derrote la criminalidad.

En consecuencia, saludamos la continuidad de estrategias que mostraron resultados efectivos y que se fundaron en una clara posición ofensiva militar contra la criminalidad, así como la adopción de diferentes instrumentos en materia de movilidad, comunicaciones, inteligencia y aumento del pie de fuerza, necesarios en los nuevos tiempos y que buscan efectividad en el ámbito preventivo, disuasivo y de control de los grupos armados ilegales, las Bacrim, el narcotráfico y la delincuencia organizada.

Estamos dispuestos a colaborar en la búsqueda del bien supremo de la paz, con el más auténtico anhelo de que el camino es irreversible, como lo aseguró el Ministro Rivera y confiados en que las autoridades nacionales y regionales, el Ejército, la Policía, las instancias de seguridad e inteligencia del Estado y la rama del poder judicial, actuarán en orden a los principios constitucionales y legales, para proteger al ciudadano y sus derechos fundamentales.

Pasar la dolorosa página de la violencia será la piedra angular de un nuevo tiempo para la prosperidad económica, para la convivencia, la reconciliación y la reconstrucción del tejido social.

En palabras del General Naranjo, será el tiempo de la seguridad ciudadana, que está en la base de la seguridad humana.

"El hecho de estar vivo es la oportunidad más básica que puede disfrutar un ser humano; la integridad personal es condición necesaria de su libertad y dignidad (…) El delito sólo es una opción indeseable y su mejor antídoto es la existencia de alternativas legítimas".