Los habitantes de estos dos barrios de Santa Marta vivieron el drama de similares características, en el que muchas familias perdieron todo lo que habían logrado en años de esfuerzos.
San Fernando vivió un episodio de miedo y zozobra la noche del pasado jueves 31 de octubre cuando una avalancha arrasó con todo lo que encontró a su paso.
Las Malvinas, a 35 días de cumplir los 25 años de la tragedia que dejó a más de 20 mil damnificados por creciente del río Manzanares.
Hoy hace una semana que un gran número de habitantes del barrio San Fernando, en el norte de Santa Marta, vivió los momentos más terroríficos desde 1963 cuando fue fundado, por cuenta de una avalancha generada por la fuerte lluvia, que los sorprendió cuando el reloj marcaba un poco más de las 7:00 de la noche de ese jueves 31 de octubre.
El hecho que dejó damnificadas a 132 personas y nueve casas completamente destruidas, además de varios carros y motocicletas sepultados, pudo haber terminado peor, según las declaraciones entregadas por muchos de los afectados.
EL INFORMADOR, estuvo en el lugar de la avalancha y allí recopiló testimonios de los afectados quienes evidenciaban el drama de haber perdió todos sus elementos, enseres y hasta sus viviendas, que habían logrado con el esfuerzo de muchos años, en solo cuestiones de minutos.
“En San Fernando nunca se había visto algo así. Acá con la lluvia siempre se presentan corrientes fuertes de agua por lo empinado del terreno, pero nunca algo como lo del jueves pasado. Dentro de las dificultades damos gracias a Dios por que la cosa no dejó víctimas fatales”, dijo Wilfredo Olivares, líder comunal del sector.
Allí en la parte alta del barrio, en donde se concentró la mayor pérdida, el panorama era desolador entre lágrimas, tristeza e impotencia de aquellas personas que solo pudieron sacar a sus seres queridos, y de ver que solo les quedó lo que llevaban puesto
Esta situación, que ha llamado la solidaridad de muchos samarios, además de las autoridades distritales encabezadas por el alcalde Carlos Pinedo, y los organismos de socorro, no es la única tragedia ocurrida en la capital del departamento de Magdalena que ha estado enmarcado en eventos productos de la ola invernal, algunos con pérdidas humanas, sobre todo en municipios con influencia de los ríos que bajan de la Sierra Nevada de Santa Marta, y el cercanos al río Magdalena.
El invierno de 1999
Según el reporte entregado por las autoridades, el invierno en 1999 fue calificado para ese entonces como uno de más fuertes de los últimos años en el departamento de Magdalena, dejando afectados, de acuerdo con el censo adelantado por los organismos de socorro, un total de 180.584 damnificados, lo que obligó a las administraciones locales, departamental y nacional, gestionar ayudas y recursos para la atención de los afectados en 25 municipios, 28 veredas, 146 corregimientos, 128 barrios, 8251 viviendas arrastradas, y por la pérdida de 28.119 hectárea de cultivos.
A todas estas, Santa Marta y su área rural no fue la excepción. La tarde del 14 de diciembre de ese año, un aguacero que azotó a la ciudad por más de 24 horas provocó el aumento del caudal de varios ríos, en particular, el Manzanares que debido a la fuerza de la corriente causó el desbordamiento que arremetió con todo en los barrios ubicados a lado y lado, dentro de los que se destacan Las Malvinas, Simón Bolívar, sector Las Torres, Las Vegas, Villa del Río, Minuto de Dios, La Tenería, La Esmeralda, El Oasis y Buenos Aires, entre otros, en los que resultaron damnificadas más de 30 mil personas.
Alcalde y gestora ‘con las botas puestas’
Ante la tragedia de tal magnitud, el alcalde de ese entonces, Jaime Solano Jimeno, junto con la gestora social, Patricia Vives Lacouture, y su grupo de trabajo ‘sacaron las botas’ para llevarles ayuda a los miles de afectados, que en su mayoría tuvieron que ser reubicados en un improvisado albergue en el Coliseo Menor de la ciudad.
En su momento se detalló que el mandatario distrital estuvo permanentemente junto con su esposa entregando ayudas y llevando su voz de aliento a los afectados, por muy difícil que fuera el ingreso a los sectores que quedaron completamente anegados y llenos de lodo.
Solano Jimeno contó con el apoyo de varias entidades que se hicieron presentes con donaciones, entre estas, la Sociedad Portuaria de Santa Marta con 100 millones de pesos.
Llega el presidente Pastrana
Ante el llamado de solidaridad por parte del mandatario distrital, la administración departamental a la cabeza de Juan Carlos Vives Menotti, y el presidente de la República, Andrés Pastrana Arango, quien hizo presencia a las pocas horas en la capital del Magdalena, se unieron para la atención de los afectados con la entrega de elementos indispensables y alimentos perecederos.
El mandatario nacional en su visita a Santa Marta anunció el desembolso de 8 mil millones de pesos a la Alcaldía para un proyecto de acueducto y alcantarillado para los barrios marginados, además de otros mil millones para el desarrollo de un programa de mejoramiento de viviendas.
“En esa inundación lo perdimos todo”: Habitante de Las Malvinas
Una ama de casa aseguró que fueron momentos de horror los que vivió con su hijo recién nacido, quien hoy está próximo a cumplir 25 años.
A un poco más de mes y medio de cumplirse los 25 años de la tragedia, EL INFORMADOR, llegó al barrio Las Malvinas para conocer detalles de esta devastadora tarde del 14 de diciembre de 1999, con una de las afectadas quien aseguró que nunca había vivido una situación similar.
Se trata de Yaledis Cantillo, conocida entre familiares y amigos como ‘Lily’, quien indicó que, “esa fue una situación muy difícil. Yo tenía a mi hijo de solo tres meses de nacido, y en ese momento la fuerte corriente se llevaba todo lo que teníamos en la casa, pero yo solo pensaba en ponernos a salvo”.
Dijo además que, “eso fue muy horrible y muy triste, ver cómo todos los enseres como mesas, televisor, elementos de cocina, colchones y camas, entre otros se pierden”.
Tragedia en Guachaca: Siete de una familia murieron
Completamente destruida quedó la vereda La Unión, balneario El Chorro que estaba conformada por 16 viviendas
El 15 de diciembre de 2011, se registró en el corregimiento de Guachaca en Santa Marta una tragedia causada por las fuertes lluvias que azotaban la parte alta de la Sierra Nevada.
En esta perdieron la vida, Mariela Flórez, Otoniel Madrid, Rosalba Cala, su hijo Reinaldo Rincón Cala, su esposa María Alexandra Pacheco Torrado y su hija, Betsi Rincón, quienes fueron arrastradas cuando dormían por una creciente súbita que se llevó por completo las viviendas ubicadas en el balneario El Chorro, que además dejó a otras 300 personas damnificadas.
De estos, solo dos de los cuerpos fueron rescatados por los organismos de socorro de la ciudad en medio de las labores de búsqueda.
A su momento, entre lágrimas uno de los afectados dijo a EL INFORMADOR que, “nunca habían vivido una tragedia de tal magnitud. Esto fue monstruoso, no tiene nombre”.
Por Mauris González
Fajardo
Jefe de Redacción
EL INFORMADOR