SANTA MARTA RUMBO A LOS 500 AÑOS
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El gobierno nacional dice que no busca expropiar, pero lo cierto es que ha buscado normas para hacerlo desde que se posesionó. Primero fue en el Plan Nacional de Desarrollo donde introdujeron la expropiación exprés, sin embargo, logramos modificarlo. Hábilmente metieron otro artículo similar en una proposición que fue votada sin que fuera leída. Hoy la tenemos demandada ante la Corte Constitucional. Luego salió el borrador del decreto que desarrollaba el artículo y hubo gran revuelo. Nuevamente estamos enfrentados al mismo deseo expropiatorio. Ahora con la forma de Jurisdicción Agraria. Un monstruo que quedó pactado en el acuerdo de La Habana -aunque allá sin contenido- ahora se vuelve en una eficaz herramienta para abolir la propiedad privada.
Solamente existen dos grandes premios de literatura a los que cualquier autor del planeta puede aspirar sin mayores requisitos que escribir como los dioses: el Nobel sueco y el Princesa de Asturias español. Por fuera nos dejamos al Pulitzer americano, con sus recién reformados estatutos de candidatura, y al Goncourt francés, oculto tras su infranqueable muralla francófona de acceso. Es por esto que las comparaciones entre estos galardones son prácticamente inevitables y son fascinantes las conclusiones a las que podemos llegar sobre ellos cuando ponemos frente a frente las listas de sus respectivos ganadores.
La manipulación sin escrúpulos está a la orden del día, en muchos países. Siempre lo ha estado, pero de un tiempo a esta parte, todo se mueve bajo un control interesado, debilitando la vida democrática y censurando, tanto a ciudadanos como a instituciones. No sólo se rompen vínculos, también se quiebra la libre comunicación, con lenguajes corrompidos, que suelen dejarnos en el escándalo permanente. Desde luego, la capacidad destructiva de esta atmósfera malvada, vestida de supremacía y revestida de opresión, es dictatorial y nos está dejando la fibra vivencial empedrada de odio. De ahí, lo importante que es tomar la concienciación sobre todos los aspectos existenciales de las diversas situaciones, para enhebrar sociedades más moderadas y éticas.
El mundo vive hoy todavía, sin advertirlo, procesos derivados del resultado de la Primera Guerra Mundial, eclipsados por la publicidad más reciente de la Segunda. Uno de ellos, cargado de horrores, que llega hasta nuestros días, es la compleja combinación de tragedias humanas, políticas, culturales y militares del Medio Oriente.