en su contra por presuntos hechos anómalos cuando fue director de la regional Boyacá.
El director encargado saliente de la regional del ICBF en el Magdalena, Leonardo Alfonso Pérez Medina, quien renunció irrevocablemente al encargo por “las múltiples difamaciones en medios de comunicación en contra del ICBF, que me han generado un estado de salud mental y espiritual que lesiona mi integridad”, parece no ser el “santo” que la directora nacional del instituto Astrid Cáceres, en su reciente visita a Santa Marta, quiso dejar en buen puesto, al señalar que la seccional Magdalena estaba libre de corrupción.
La renuncia de Pérez Medina tuvo como trasfondo una querella instaurada por la veeduría del ICBF ante la Procuraduría General, por presunta corrupción en el proceso de adjudicación a fundaciones de los contratos del programa de Primera Infancia, los cuales suman un monto superior a los 42 mil millones de pesos, por lo cual el Ministerio Público abrió indagación preliminar.
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Copia de la querella fue presentada a manera de denuncia penal ante la Fiscalía General de la Nacional, involucrando como autores de dichas irregularidades a otros tres directivos de la regional Magdalena, a quienes como a su director encargado, acusan de desobedecer una directriz nacional que establece que la contratación del programa de Primera Infancia se debe hacer con las Asociaciones de Padres de Familia o Madres Comunitarias.
En su carta de renuncia, el director encargado saliente soslaya las denuncias presentadas en su contra por la veeduría y responsabiliza de estas a los medios de comunicación argumentando que tales señalamientos le ocasionaron tanto a él como a su equipo de funcionarios trauma psicológico y emocional.
Cuando toda la ciudadanía esperaba que la directora Cáceres dijera en que consistían las presuntas irregularidades denunciadas en la regional Magdalena, la funcionaria nacional le dio un espaldarazo al director saliente, afirmando que no había encontrado ningún tipo de irregularidad en los procesos de contratación adelantados.
No obstante, EL INFORMADOR, conoció una investigación disciplinaria que hace dos años atrás inicio la Oficina de Control Interno Disciplinaria del Bienestar Familiar en contra de Leonardo Pérez Medina, por presuntos hechos anómalos durante el tiempo que estuvo al frente de la regional del Instituto en Boyacá.
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En esa oportunidad, Pérez Medina tuvo que ser notificado de la investigación disciplinaria mediante edicto del auto No 1076 del 18 de marzo de 2022, fijado el 25 de mayo del mismo año ante la imposibilidad de notificarlo personalmente. Como no fue posible notificarlo, la oficina de Control Interno Disciplinario del instituto ordenó entonces notificarlo como director de la regional Sucre, en la cual se encontraba al frente para la época de su notificación.
