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El payaso, los cómicos de la nariz roja, tiran la toalla

Entre chistes, anécdotas, risas y jolgorio, los payasos que participaron en este congreso concluyeron en que la clave de su supervivencia en el mundo del espectáculo es la unión del gremio. (Fotos: Ulises Rodríguez)

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*Si en el pasado ser payaso era una profesión que no dejaba fortuna económica, en el presente lo es aún menos. Eso es lo que aseguran los más de doscientos payasos que en su día reflexionan sobre el futuro de esta noble profesión artística.

Los cómicos de nariz roja se juntaron por segundo año consecutivo en Guatemala para participar en el II Congreso Latinoamericano de Payasos, organizado por el Sindicato de Artistas y Similares de Guatemala y con ocasión del Dia Mundial del Payaso, cada cinco de noviembre.

Ataviados con sus vistosos trajes holgados y multicolores, payasos venidos de México, El Salvador, Costa Rica, Perú, República Dominicana, Puerto Rico y Estados Unidos, durante tres días compartieron sus experiencias artísticas, conocieron nuevas técnicas de actuación, pero, sobre todo, hablaron de sus preocupaciones comunes y de cómo hacer frente a la cada vez más poderosa industria del entretenimiento masivo que amenaza con hacerlos desaparecer.

“Sin temor a equivocarme, podría asegurar que en la historia de la humanidad no hay un solo payaso que se haya hecho rico. Al menos no gracias a su profesión de payaso”, filosofó en conversación con EFE-Reportajes Tachuelín, un payaso guatemalteco de 48 años que asegura prefiere “reír por no llorar”, ante las cada vez más grandes adversidades a que se enfrentan los hombres y mujeres que se dedican a esta noble profesión.

La industria global del entretenimiento, principalmente la televisión y las grandes empresas de espectáculos, lamentó Tachuelín, les “menosprecian” y “desvalorizan”, al extremo de que “ya no nos toman en cuenta” para formar parte de sus programaciones.

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“Sin temor a equivocarme, podría asegurar que en la historia de la humanidad no hay un solo payaso que se haya hecho rico”, advirtió uno de ellos.
“Sin temor a equivocarme, podría asegurar que en la historia de la humanidad no hay un solo payaso que se haya hecho rico”, advirtió uno de ellos.

Payasos unidos

Esa realidad, de la que igual se quejan los peruanos, mexicanos, guatemaltecos y puertorriqueños y todos los latinos, ha motivado a los payasos latinoamericanos a buscar nuevas estrategias, a unirse y luchar juntos para que la profesión no desaparezca en el futuro cercano.

“Sin dejar de lado la risa y la felicidad, nos toca sentarnos a discutir muy en serio sobre el futuro de nuestra profesión para hacer frente a los retos de la globalización”, dijo a Efe-Reportajes Peluzin, uno de los organizadores del Congreso.

El objetivo de esta reunión, explicó Peluzin, es “intercambiar experiencias, estrategias y técnicas que nos permitan innovar, ser más creativos y competitivos a nivel nacional e internacional”.

La “seriedad” con la que los payasos abordaron la discusión de sus problemas, no les impidió compartir su tiempo con centenares de payasos que se unieron al vistoso desfile que realizaron en el centro histórico de la capital guatemalteca, con el que inauguraron el Congreso.

Los sonrientes rostros de los payasos fueron transformándose poco a poco, mientras discutían sobre sus preocupaciones por mantener vigente la tradición de esta actividad artística que permite a miles de familias de todo el mundo subsistir. “La industria del entretenimiento, las grandes empresas de espectáculos, los medios masivos, son una amenaza para nuestro futuro”, señaló Mickey Show, el payaso mexicano que encabezó la delegación de su país.

La falta de oportunidades y apoyo de parte de los Gobiernos u organizaciones artísticas “serias”, que ven a los payasos como comediantes “poco profesionales”, “vulgares” o “demasiado populares”, según Michey Show, ha llevado a muchos a buscarse la vida en las calles.


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Menos ricos

Keykito, otro payaso llegado de México, asegura que la crisis económica que afecta a la región también “le ha pegado duro” a los circos, aquellos tradicionales y míticos lugares en donde los payasos solían ser el centro de la atención de chicos y grandes.

En su país, señaló, cada vez quedan menos circos, y los pocos que subsisten han tenido que reducir su plantilla ante la disminución de sus ingresos. “Eso nos ha lanzado a las calles. Cada día salimos en busca de unos cuantos pesos a repartir sonrisas y distribuir alegrías a las personas, pero la pobreza es tan grande que casi siempre volvemos con los bolsilloS vacíos”, explica este hombre que hace 48 años fue bautizado por sus padres como Rigoberto Vallacillos.

Para hacer de esas amenazas nuevas oportunidades, durante su congreso los payasos conocieron nuevas técnicas de mercadotecnia, o “payamarketing” como prefieren llamarle, con las cuales cada cual buscará “ser el payaso más vendido y mejor pagado”. También participaron en talleres especializados sobre nuevas técnicas de maquillaje, vestuario, globoflexia, malabares, magia cómica y actuación, entre otros.

La actividad también sirvió de “una gran experiencia profesional” para Alejandra González, una guatemalteca de 22 años, educadora especial que enseña a niños sordos a comunicarse por medio del lenguaje de señas, que participó en el Congreso para “aprender de los profesionales”.

Alejandra, o Señitas, nombre que ha adoptado como payasita, trabaja en la Asociación de Sordos de Guatemala, en donde aplica las técnicas artísticas para “enseñar a los niños sordos con alegría y entretenimiento”.

“No es lo mismo lograr que los niños aprendan con un maestro común y corriente que con un payasito. Los pequeños se identifican mucho con los payasos, los ven alegres y divertidos, y captan con mucha facilidad los contenidos, por eso me hice payasita”, explica Señitas.

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Entre chistes, anécdotas, risas y jolgorio, los payasos que participaron en este congreso concluyeron en que la clave de su supervivencia en el mundo del espectáculo es la unión del gremio. De ahí que, un poco en broma y otro tanto en serio, “payasos de Latinoamérica, uníos”, fue la consigna con la que finalizó la reunión.




Escrito por:
Autor: Rony Barrera

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