Colombia es un país que por tradición se ha distinguido por ser buen vecino y ejercer con los habitantes de esos países, el cumplimiento de los derechos humanos, cuando llegan a tierras colombianas, en calidad de desplazados.
El más reciente ejemplo de esto, es que recibimos a diario desplazados y refugiados provenientes de Venezuela, llegando a contar en la actualidad con más de un millón de venezolanos en nuestro territorio, que toman y satisfacen sus necesidades más básicas como educación y salud, costo que ha asumido nuestro país.
Desde que en Venezuela se instauró la dictadura de Hugo Chávez y ahora la de Nicolás Maduro, las situaciones han cambiado en forma drásticas para las ciudades vecinas y fronterizas, afrontando la llegada de toda clase de personas, que en su mayoría huyen del régimen y buscan paz y seguridad para sus vidas.
El desplazamiento es tremendo; se ha llegado el caso de ver la Terminal de Transporte de Maicao, llena de personas durmiendo en los pasillos o simplemente viviendo el día a día, para ver cómo resuelven su situación. Muchos se quedan ahí; otros, siguen su camino hacia otros lugares con la certeza que no saben que les deparará el destino.
Ante todo este drama nacional, que afecta también a los colombianos, de una u otra forma, ya que se ha sufrido los embates de la violencia, la Unión Europea destinará seis millones de euros a las personas desplazadas y afectadas por el conflicto armado en Colombia, una cantidad que incluye un millón para la preparación y respuesta ante catástrofes naturales.
La asistencia a nuestro país proporcionará protección, atención sanitaria y ayuda alimentaria a los desplazados por el conflicto aún vivo dentro del país, acceso a agua potable y saneamiento, además de educación en situaciones de emergencia; también facilitará la preparación ante catástrofes naturales como inundaciones, corrimientos de tierras y sequías, así como apoyo para mitigarlas si se producen. La financiación apoyará a los grupos más vulnerables, como las mujeres, los niños y las poblaciones indígenas y afrocolombianas.
Ester apoyo a Colombia sigue siendo una de las principales prioridades de la Unión Europea que desde 1994 ha destinado 241 millones de euros a Colombia, el principal país beneficiario de la ayuda humanitaria de los Veintiocho en América Latina.
