Dos estilos

Editorial
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Los Estados Unidos han alcanzado una preponderancia mundial. Han sido y siguen siendo la primera potencia. Estas aseveraciones se derivan de una realidad política, económica, social y militar. De ahí que tenga vigencia el comentario de que si Estados Unidos estornuda todos los continentes por lo menos empiezan a sentir efectos gripales. Consecuentemente todo mandatario estadounidense, cualquier cosa que decida, haga o deje de hacer repercute en todo el orbe.
Además los Jefes de Estado americanos encarnan la libertad, su esencia es la democracia y son el símbolo del sistema capitalista, por consiguiente a diferencia del comunismo defienden la propiedad privada y el desarrollo individual.

Quienes creemos en el sistema democrático compartimos la frase de Winston Churchill en el entendido de que: “la democracia es el mejor sistema de gobierno a pesar de todos sus defectos”. En estos tres últimos lustros ha habido al frente del Estado americano dos Presidentes que hacen contraste: El anterior Obama y ahora Trump. Dos estilos de gobierno dos maneras de ver el mundo, dos concepciones políticas y dos posiciones ideológicas. Obama el simpático, carismático, con una familia modelo, buen orador, conciliador por naturaleza, quien procuraba darle gusto a todo el mundo, con ideas visiblemente izquierdizantes.

En consonancia con su perfil político le hizo juego a Cuba, suspendió el embargo económico, apoyó a los dictadores Castro e ignoró la violación sistemática de los derechos humanos de ese régimen. Igualmente permitió que Irán se burlara del mundo al continuar su desenvolvimiento nuclear y por ello los iraníes expresaron:” Ya podemos borrar del mapa a Israel”. Tuvo una tolerancia excesiva con los islámicos. Pero a su turno promovió en la ONU una resolución contra los asentamientos en Israel, su aliado militar y político y la única democracia liberal en el Medio Oriente. Una estrategia absurda. El retiro de Israel en Gaza originó que Hammas se apoderará de esos territorios.

De otra parte se le borró de su mente la importancia de la población judía en los Estados Unidos. El gran desarrollo científico americano, esencialmente en medicina y energía se le debe a los judíos Le dió aire a los tiranos de Chávez y Maduro en Venezuela, al igual que a Ortega en Nicaragua. De esa manera llegaron a América China y Rusia que actualmente en esos países son su respaldo político, militar y económico.

A Corea del Norte le dio un tratamiento tan permisivo que se le creció el jovencito dictador norcoreano Kim Jong y por ende desarrolló a su antojo su arsenal nuclear. Cerró los ojos respecto de aquello que ocurría con el gobierno comunista de Lula, el cual aprovechó al máximo para fortalecer el comunismo con el Grupo de San Paulo, cuya creación reorganizó e hizo la reingeniería pertinente para que volviera a resurgir en el mundo el ideario marxista leninista.

En suma su gestión internacional fue de observador y en consecuencia dejó que los problemas se acrecentarán en todos los continentes. Indiscutiblemente produjo este primer Presidente negro una gran decepción, como quiera que con su elección se tenía el convencimiento de que iba a ser un excelente Jefe de Estado.

Por lo que concierne con Colombia no sacó a las Farc del grupo de terroristas ni tampoco liberó a Simón Trinidad, puesto que todo estaba previsto para que tales determinaciones las tomara Hillary Clinton de quien no dudaba de que fuera a ser su sucesora.

Trump por el contrario antipático, no mueve las masas con su oratoria, toma a veces decisiones inhumanas como el muro con México y el tratamiento a los inmigrantes. Sus extravagancias y salidas en falso le han pasado factura en su prestigio. Sus indiscretos amoríos le han restado autoridad moral. No posee una estructura intelectual relevante. Es decir su contorno personal es absolutamente despreciable. Pero al Cesar lo que es del Cesar.

El factor económico lo favorece. La Bolsa creció en forma gigantesca. Se redujo el desempleo, el PIB aumentó ostensiblemente. Estados Unidos gracias al petróleo no convencional pasó de importador de petróleo a ser exportador de energía. Hoy es el principal productor de petróleo del mundo. Acordémonos que Clinton en 1997 le ganó a Bush Padre con su frase: “la economía estúpido”. Bush ganó la guerra del Golfo liberando a Kuwait, acabó con la dictadura de Noriega y estuvo en la caída del Muro de Berlín.

Sin embargo no percibió la trascendencia de la realidad económica y por eso perdió las elecciones. El argumento o lema de Trump que ha calado en el pueblo americano es: “América para los americanos”. Primero los Estados Unidos así vayan en detrimento del orden mundial. En el ámbito internacional puso en su lugar al jefecillo comunista de Corea del Norte y así se paralizó su desenvolvimiento nuclear y eso motivó una relación no de guerra como existía sino de acercamiento y respeto con Corea del Sur. Se desvinculó del Tratado Nuclear con Irán dado el claro incumplimiento del gobierno Iraní y fortaleció su alianza con Israel.

Puso a los Países de la OTAN a pagar lo convenido en ese Pacto, esto es que cada miembro debería contribuir con el 2% de su PIB. Ningún socio había cumplido y los Estados Unidos aportaban más del 3%. Hubo por parte de las naciones europeas un reconocimiento de esa falla al acuerdo. Su posición con Venezuela ha sido directa, contundente y de liderazgo. No más tiranía de Maduro y en igual forma con los gobiernos dictatoriales de Cuba y Nicaragua. Por las razones expuestas creemos contra los vaticinios actuales de que Trump será reelegido en el 2020.


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