Para avanzar en un problema social que afecta a toda la comunidad, se debe reconocer, apropiarse del tema para ajustarlo y así lograr enfrentarlo con todas las herramientas disponibles para asegurar el éxito de los objetivos propuestos.
Desde que inició el proceso de paz del ex presidente Juan Manuel Santos, uno de las múltiples concesiones del gobierno nacional, fue dejar de fumigar los campos sembrados de coca que cuidaban los guerrilleros y que a la vez servían como sustento y apoyo financiero para lograr cristalizar sus crímenes atroces que llevo a miles de muertes en todo el territorio colombiano.
Es por esto que hay que reconocer el aumento de los cultivos de coca y en la producción de cocaína que podría ser de 980 toneladas al finalizar este año y que inundan el mercado negro en el país, creando muerte y destrucción.
El gobierno nacional tiene un estimado de que este año se podría cerrar con 980 toneladas de producción; se venía de unos niveles de 500 y el año 2017 se cerró según cálculos estimados, en 921 toneladas de producción de cocaína. La mayoría de este este estimado pasa a manos de los ‘jibaros’, que se colocan en las puertas de las escuelas y colegios de Colombia para vender su mercancía maldita a los jóvenes estudiantes, que comienzan a consumir desde tempranas edades, más cuando tiene ese droga casi al alcance de sus manos.
Parte del problema radica en que la cocaína se vino a las calles colombianas y la actualidad hay 2,2 millones de adictos a las drogas en el país. Los narcocultivos están absolutamente desbordados y en el 2013 había 48.000 hectáreas sembradas de coca pero la cifra última que tiene el Gobierno, es de 209.000. Esto indica claramente que vamos en ascenso, esto no va en descenso ya que la cifra podría está en 240.000 ó 250.000 hectáreas.
Los narcocultivos generan inseguridad en el campo y en las ciudades debido a que los narcotraficantes son organizaciones criminales que están dedicadas a proteger su negocio cono son los grupos residuales de las Farc, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, Eln, el ‘Clan del Golfo’, ‘Los Pelusos’ y ‘Los Puntilleros’ que están vinculados al narcotráfico y por eso hay que atacarlos y combatirlos.
Otro de los problemas que genera el narcotráfico y sus dineros ilícitos es que financia la protesta social. Con los dineros ilícitos corrompen y financian la protesta social. Cada vez que se ve que cerraron la vía Panamericana y detrás de eso siempre están mafias de verdad, mafias supranacionales de diferentes países que lavan el dinero con habilidad y vuelve al país por diferentes vías, a través del contrabando.
