La lucha por el gas

Editorial
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El campo Incahuasi situado en la frontera entre los departamentos de Chuquisaca, sudeste, y Santa Cruz, este, en Bolivia, cuya posesión se disputan, es punto de discordia por la renta que genera anualmente a favor de la región productora, que oscila entre los 50 a 100 millones de dólares anuales.

Incahuasi, es considerado un campo mediano, no llega a ser megacampo, tiene reservas probadas de alrededor de 2,2 trillones de pies cúbicos (Tcfs) de gas que generan regalías que no son pocas para las regiones que ahora se las disputan y los montos y el rango dependen de los precios que se utilicen para el cálculo de beneficios, pero potencialmente pueden subir a 100 millones de dólares, con una base anual de 50 millones solo por renta.

Los campos de gas como Incahuasi siempre pueden reportar mayores reservas, dependiendo de las proyecciones de inversión que existan, aspecto que lo hace más atractivo todavía. Los datos que manejan actualmente la Gobernación de Santa Cruz, en Bolivia, y los representantes de Chuquisaca establecen que por mes el campo produce entre 4,3 a 4,6 millones de dólares, relevantes al momento de incorporar esas cantidades en sus presupuestos y proyectos regionales. Adicionalmente, se conoce que el campo Incahuasi tiene cuatro pozos de explotación de gas, de los que operan actualmente tres, por lo que se calcula que su producción crezca en los siguientes años.

La actual controversia está en la ubicación de los reservorios de gas, para determinar si son compartidos o no por ambas regiones, y sobre la exacta demarcación de fronteras entre estos departamentos.

El Parlamento boliviano aprobó hace unos días una ley que fija en cierta medida los límites y que confirma los parámetros que manejaban dos normas consideradas por el Gobierno boliviano como referenciales. La norma del Legislativo cierra el tema de los límites que se tenían solo como referenciales y perjudica a su región.

El conflicto se agudizó hace once días, con un paro prácticamente general en Chuquisaca, región donde se encuentra Sucre, capital de Bolivia, que quedó aislada por carretera por las protestas en demanda de los beneficios del gas para la región. Por su parte, Santa Cruz reclama que se descongelen los pagos, que se paralizaron desde diciembre del año pasado a causa de un fallo del Tribunal Constitucional boliviano, que pidió un nuevo estudio para que se fijen los límites entre las regiones.

La batalla, que tiene un alto componente legal y político, cuenta con dos fallos judiciales a favor de Santa Cruz para que la región disponga del dinero. A su turno, Chuquisaca ha decidido que se presenten dos recursos contra la ley aprobada por el Parlamento y una normativa ministerial que fija los límites puestos en cuestión.



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