El alcalde Rafael Martínez otorgó un plazo de 30 días, a partir del pasado 13 de octubre a las empresas de telecomunicaciones, telefonía, internet y electricidad para que acabaran con las telarañas de cables, que afectan la estética del Centro Histórico.
El plazo se cumplió y los nudos de cables continúan en los mismos lugares, lo que es obligatorio para la primera autoridad principal, cumplir con la orden impartida por él mismo. Desmontar la maraña de claves para que los mismos dueños sepan que a Santa Marta hay que quererla, embellecerla y cuidarla.
El pasado 13 de octubre, cuando el Alcalde le solicitó a las empresas comercializadoras de servicios de comunicaciones a través de cableado aéreo, que organizaran sus redes en los postes ubicados en el Centro Histórico, se comprometieron a desmontar los cables y como no lo han hecho ahora el Alcalde no puede dar reversa y debe comenzar con el desmonte de los mismos, algo que los samarios añoran para ver y disfrutar de un verdadero Centro Histórico.
Fueron 30 días de plazo para las operadoras por cables y otras entidades que abusan del espacio público y de la contaminación visual, para que tensionen, corten sus rollos y reporten sus cables; no hubo reacción o al menos respuesta alguna al mandato distrital, y ahora debe prontamente el Distrito comenzar a quitar cables que no cumplan con las normas establecidas y la ciudadanía debe exigirle al Alcalde que haga cumplir esta disposición que a todas luces es un beneficio para nuestra bella ciudad turística.
Otra de las indicaciones dada a las cinco compañías que prestan servicio por cable, fue el desmonte de postes y cajas que han instalado en el Centro Histórico sin la autorización de la Secretaría de Planeación, los cuales están utilizando para tender cableado en el sector y que también deben ser ejecutar el desmonte, como tampoco lo ha cumplido se deben derribar e imponer la sanción económica pertinente y que sea ejemplarizante, porque debemos defender a nuestra ciudad.
La medida anunciada iniciaba en el Centro Histórico y posteriormente pasaría a El Rodadero y seguidamente a las avenidas, pero aún no se ha podido dar cumplimiento a su primera etapa. Al parecer, lo que manifiestan trabajadores de las empresas de telecomunicaciones es que la solución sería que el sistema se maneje subterráneo, pero ninguna de las entidades toma la iniciativa para hacer los túneles por donde iría el cableado y tampoco proceden a cumplir a cabalidad la orden del Alcalde.
La iniciativa del ejecutivo distrital es buena y no debe quedarse en simples papeles y reuniones; se debe cumplir para mejorar la imagen del Centro Histórico, para que sea un poco más estética o agradable para propios y visitantes, además prever accidentes con las redes.
Es verdad lo que afirma el Alcalde cuando dice que el Centro de la ciudad estéticamente está impresentable, por múltiples razones, pero una de ellas tienen que ver con los cables colgados por todos lados, de poste a poste hay algunos que no están tensados, hay rollos en los postes, de manera que esto ha puesto muy feo este espacio principal del Distrito, pero él ahora tiene en sus manos la responsabilidad de cambiar esta negativa imagen y cuenta con el apoyo de la ciudad que está expectante a las medidas que va a tomar, después de esperar los 30 días para el retiro de cables, cajas y postes mal ubicados.
Lo más triste de esta situación es que a la ciudad no le deja nada todo este desorden y abuso por parte de las compañías de cables, como sucede igual en El Rodadero y hasta en Taganga, donde también se debe hacer una intervención para frenar los abusos que se hacen a la contaminación visual y espacio público.
Ahora debemos actuar con base en la socialización previa que se hizo de esta problemática, que nos puede dejar como enseñanza que debemos cumplir lo que decimos y que si queremos ser una ciudad turística de verdad, debemos defender lo nuestro y hacer cumplir la ley.
