La ‘salvación’ del agro colombiano es la tecnología

El agro y la tecnología deben caminar juntos de la mano.

Agropecuaria
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Un informe de IBM muestra el impacto que tendrá las nuevas tecnologías en toda la cadena de suministro.

El agro es una alternativa que puede brindar grandes posibilidades para muchos países como Colombia, sin embargo, los altos índices de pobreza podría estar ayudando al deterioro de este sector económico.

Sin embargo no todo es de color negro. Expertos afirman que la llegada de las nuevas tecnologías podría ayudar a que este sector tenga un nuevo impulso. Por lo menos así lo cree la tecnológica IBM, ya que en su informe ‘5 en 5’, que presentó en su evento Think 2019, en San Francisco, anunció las tecnologías que harán esto posible.

“Los investigadores de IBM ya están trabajando en soluciones en cada eslabón de la cadena alimentaria. Están ayudando a los agricultores a maximizar los rendimientos de los cultivos y desarrollando formas de frenar la epidemia de desperdicio que destruye el 45% de nuestro suministro”, asegura Arvind Krishna, vicepresidente senior de Cloud y Cognitive de IBM.

Entre las soluciones que están disponibles en el mercado, IBM destaca por encima de todas, los ‘dobles digitales’, de los cuales serán clave para introducir a la población agrícola al sistema digital financiero.

Esta tecnología capta y digitaliza todos los aspectos, desde la calidad del suelo hasta las habilidades del conductor o el precio de los alimentos. Así, la inteligencia artificial usa esos datos para pronosticar los rendimientos y le dará a las instituciones la información necesaria para otorgar créditos que ayuden al campo a expandirse.

De igual forma, el IBM destaca el Blockchain como otra de las formas que puede optar el agro para luchar contra uno de sus principales dolores de cabeza: el desperdicio de alimentos.
La firma expresa que usando esta tecnología junto con el internet de las Cosas (loT) y la IA, se podrá controlar de manera más efectiva cuánto plantar, ordenar y enviar, porque esto conllevaría a perder menos alimentos y conservarlos por más tiempo.

Asimismo, otro de los aspectos principales que se podrá mejorar es el de la calidad de la comida y la seguridad alimentaria, algo básico para, por ejemplo, incrementar las exportaciones de productos agrícolas al resto del mundo.

En ese sentido, IBM se encuentra desarrollando diversos sensores de IA que podrán ser capaces de identificar patógenos que se transmiten mediante cualquier comida, detectando incluso el momento y lugar en la que esta se produjo.

Con todo esto, como resalta Jorge Vergara, gerente de Tecnología e Innovación de IBM Colombia, el impacto que tendrán estas tecnologías en el agro del país será “Muy alto. En Colombia, al igual que en el resto del mundo, la compleja cadena alimentaria ha sido impactada por el cambio climático y un suministro de agua limitado, y se estima que se resentirá aún más. En el caso de Colombia, por ser un país con un sector agrícola tan importante, las tecnologías emergentes serán de gran ayuda, para que el seguimiento de los alimentos de la semilla al plato sea más preciso y confiable, ahorrando costos, evitando desperdicios, detectando contaminantes peligrosos y reciclando de forma eficiente”.

Por supuesto, la pobreza e informalidad del campo, como afirman desde IBM, sigue siendo un inconveniente. Sin embargo, según Vergara, “creemos en la democratización de la tecnología y esperamos que justamente tecnologías cómo esta, lleguen a todos los eslabones de la cadena, sin importar su ubicación. Colombia no es ajena. La agricultura debe prepararse para este desafío, lo cual permitiría a los integrantes del sector agrícola compartir ideas, investigaciones y materiales, y comunicar datos sobre las tierras cultivables y la producción de cultivos en todo el planeta, así como generar vínculos y referencias cruzadas con la cadena de suministro de alimentos”.

Por último, aunque no se puede saber con exactitud cuánto sería la reducción de costos que estas tecnologías, podrían generar, el experto de IBM aseguró que “estos avances ayudarán a disminuir drásticamente la cantidad de alimentos que se descomponen antes de que se consuman -en este momento se trata de un 45% de todos los productos perecederos en el mundo”.

Cabe resaltar que IBM, el asocio con el BID y otras entidades, están llevando a cabo programas para reducir los desperdicios de comida en Latinoamérica, incluido Colombia, involucrando al sector privado para trabajar en ello sobre 4 ejes: proyectos innovadores, políticas públicas a nivel nacional y local, generación de conocimiento y hábitos de consumo responsable.

El desperdicio de alimentos, un problema más grande de lo que se cree

Sólo en Latinoamérica se pierden anualmente más de 127 millones de tonelada de alimentos, a lo que es igual a 223 kilogramos por persona.

Más preocupante se vuelve este fenómeno cuán se evidencia que grupos de alimentos como las frutas y hortalizas, sus niveles de pérdidas al año superan el 50%.

Este hecho ocurre en todas las fases de la cadena: en la producción se pierde un 28%; en el manejo y almacenamiento otro 21%; en el procesamiento un 6%; en la distribución y mercadeo un 17%. A nivel de consumo se desperdicia alrededor del 28% de los alimentos producidos.

Se estima que, a nivel global, el 18% de las tierras productivas y el 19% de los fertilizantes se utilizan en producir alimentos que nunca se consumen.
*Con información de Portafolio.




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