El fraude del VIH, ¿qué hacer ante un supuesto caso?

Las bajas en el sistema inmunológico o las inmunodepresiones tienen origen en factores ambientales, nutricionales, físicos, biológicos, químicos y sicológicos

Salud
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Por. José de Jesús Tejada Maury, Investigador Científico.- “Las grandes masas sucumbirán más fácilmente a una gran mentira que a una pequeña” Adolf Hitler
Resulta aberrante que se diagnostique un virus que no existe. Hay responsabilidad compartida entre los profesionales de la salud, cualesquiera sean sus especializaciones y profesiones afines: biólogos, bioquímicos, etc.


Un virus no se puede inventar en un laboratorio, lo que sí se puede inventar, son historias ficticias sobre virus, que es diferente. Porque en la realidad nadie ha podido demostrar la existencia del VIH.

¿Cómo es posible que un analista de laboratorio diagnostique un virus que no existe?
Se ha establecido una escala convencional para diagnosticar la existencia del VIH, al igual que las tasas de interés para manejar los préstamos y las captaciones, el cartel químico farmacéutico estableció un piso y un techo. Inicialmente estableció una escala por tanteo y al azar: prueba de ELISA, fijó el piso de 200 para decretar el Sida y techo de 600 para diagnosticar la presencia del VIH, tomando como referencia los linfocitos CD4. Ha sido tanto el éxito de su estrategia virulenta que ahora amplió el techo a 800 en el mercado de los incautos, para incrementar la cobertura.

El error base es que los responsables del sistema inmunológico no son los linfocitos T, sino los linfocitos B. Los linfocitos CD4 son una subclasificación de los T. Había que crear un cargo burocrático en el sistema inmunológico, (linfocitos CD4), para darle trabajo a un inexistente virus, para atacarlos con un nuevo producto: un retroviral, que “no destruye al virus”, pero sí evita que siga dañando otras células. Inventan una prueba que es un test de acuerdo a un piso y un techo, refrendan el resultado del test con una prueba que te indica cuál sería la respuesta del organismo frente a un supuesto virus (Westernblot). Se pregunta: ¿qué está pasando con nuestros profesionales?
Para afirmar que un virus es responsable de una enfermedad, necesariamente hay que aplicar los postulados de Koch desde el punto de vista del análisis clínico.

I) Postulado: el agente patógeno debe estar presente en cada caso de la enfermedad en las condiciones propias y ausente en las personas sanas.
2) El agente no debe aparecer en otra enfermedad de manera saprófita o de manera fortuita.
3) El agente debe ser aislado del cuerpo en cultivo puro a partir de las lesiones de la enfermedad (hasta ahora no se ha logrado esto, simplemente se diagnostica sobre un techo y un piso).
4) El agente debe provocar la enfermedad en un animal susceptible a ser inoculado.
5) el agente debe ser aislado de nuevo de las lesiones producidas, en los animales de experimento.
El sistema inmunológico está constituido por cinco tipos de anticuerpos: 1. Inmunoglobulina A (IgA), presente en grandes concentraciones en las membranas mucosas, particularmente en las paredes internas de las vías respiratorias y el tracto gastrointestinal, como también en la saliva y las lágrimas.
2. Inmunoglobulina G (IgG), el tipo de anticuerpo más abundante en los líquidos corporales. Brinda protección contra las bacterias y las infecciones virales.
3. Inmunoglobulina M (IgM), se encuentra principalmente en la sangre y en el líquido linfático. Es el primer anticuerpo que el cuerpo genera para combatir una infección.
4. Inmunoglobulina E (IgE), se la asocia principalmente con las reacciones alérgicas (lo que ocurre cuando el sistema inmunológico reacciona de manera exagerada a los antígenos del medio ambiente como el polen o el polvillo de los animales.
Se encuentra en los pulmones, la piel y las membranas mucosas.

5. Inmunoglobulina D (IgD), existe en pequeñas cantidades en la sangre y es el anticuerpo del que menos conocimiento se tiene.
Por lo general tanto la IgA como la IgG y la IgM se miden simultáneamente. Al evaluarse juntas, le brindan al médico información importante sobre el funcionamiento del sistema inmunológico, especialmente en lo relacionado con las infecciones.

Se sugiere a los analistas clínicos y de laboratorio que verifiquen los patrones de referencia y los protocolos establecidos para determinar no sólo la presencia de virus, sino verificar a través de los postulados de koch para determinar si efectivamente éstos son causa de alguna patología (sobre todo el grupo de 29 enfermedades consideradas como SIDA para cada una verificar los postulados) y no atenerse a una escala establecida arbitrariamente por tanteo o por azar.

Las bajas en el sistema inmunológico o las inmunodepresiones tienen origen en factores ambientales, nutricionales, físicos, biológicos, químicos y sicológicos, por eso hay que analizar cada caso que se presente, porque hasta el momento científicamente a través de los postulados de koch no se ha demostrado la presencia del VIH.
Teniendo en cuenta las bajas en el sistema inmunológico (inmunodepresiones) y su origen en factores ambientales, nutricionales, biológicos, químicos y sicológicos, la escala valorativa debe ser reencausada hacia éstos aspectos y no a supuestos virus.

Deberán ser desnutrición y malnutrición sean técnicas o funcionales, hay desnutrición infantil y subnutrición clínica debido a el hecho de haber alimentado al recién nacido con leche sustituta a la materna. Por ende la terapia estará orientada a resolver el problema desde su origen y no suministrar moléculas químicas como retrovirales o similares, ya que esto lo que hace es aumentar más la toxicidad del organismo, continuando con el engaño y poniendo en riesgo la vida de los pacientes. Por consiguiente el VIH no existe.




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