Sin importar la declaratoria de calamidad pública, decenas de fieles asistieron este sábado al Cerro de la Popa para acompañarla en su descenso hacia la iglesia La Ermita.
La devoción pudo más que las restricciones y alertas de riesgos. Decenas de cartageneros, hicieron caso omiso al llamado de las autoridades distritales, y en lo que ellos denominaron un ‘gran acto de fe’ subieron a lo más alto del cerro de La Popa para acompañar a la Virgen de la Candelaria en su descenso hacia la Iglesia La Ermita.
La declaración de calamidad pública ante el riesgo de desplome de La Popa no parecía preocupar a quienes con la imagen de la virgen en hombros, bajaban del empinado cerro gritando: “Viva la Virgen de la Candelaria”, “viva la patrona de los cartageneros”.
Sofía Pinedo, una fiel devota de la también llamada Virgen Morena, aseguró que asumir el “riesgo” fue para ella una muestra del gran amor que siente por “quien nunca la ha desamparado en los momentos más difíciles”.
“Ella es la patrona de los cartageneros, no podíamos dejarla sola en su día. Todos los que estamos aquí confiamos ciegamente en que la Virgen de la Candelaria nos iba a hacer bajar sanos y salvos”, dijo la docente, quien recorrió la procesión de principio a fin.
Sin embargo, no todos se arriesgaron y una gran romería aguardó pacientemente por la virgen hasta su llegada al pie del cerro. Allí, la procesión se hizo una sola, mientras quienes habían terminado el descenso gritaban airados: “Sí se pudo”.
José Beltrán, sacerdote del Convento de La Popa, seañaló que esta procesión es una tradición de 400 años de historia, lo que explica su fuerte arraigo a la cultura cartagenera. El párroco señaló que la procesión es algo muy significativo para los cristianos porque “representa ser caminantes, peregrinos que dan pasos parar llegar al cielo”.
Y aunque agradece los actos de fe de las familias cartageneras que ayer le cumplieron la cita a la Virgen Morena en su tradicional procesión, el sacerdote confirmó que las alertas y las medidas de prevención por el riesgo de colapso en a La Popa; por supuesto afectaron no solo la acogida de esta actividad sino de toda la celebración religiosa.
“Lamentablemente esta situación nos afectó porque muchas personas tuvieron temor de subir al convento, otros pensaban que no se iba a hacer la actividad de la procesión, entonces no tuvimos la misma gente de otros años. Pero también demostramos que el amor y la fe por la Virgen de la Candelaria siguen intactos en Cartagena”, expresó el sacerdote, al tiempo que invitó a los fieles católicos a que este domingo acompañen a la Virgen de la Candelaria en su jornada de retorno al cerro.
“Vamos a intentar que la Alcaldía nos autorice subir por lo menos con un grupo pequeño hasta el convento para el retorno de la virgen”, dijo.
Todos los años en lo más alto del cerro de La Popa se realizaban hasta ocho misas diarias, del 24 de enero al 2 de febrero, para que los feligreses y devotos de la patrona de los cartageneros tuvieran la oportunidad de verla de cerca y celebrar en su honor. En esta ocasión esas actividades también se vieron mermadas.
La Virgen de la Candelaria permanecerá durante todo el día de hoy, y hasta mañana a las 4:00 de la tarde, en la iglesia La Ermita.
