Claridad y celeridad

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Joaquín Ceballos Angarita

Joaquín Ceballos Angarita

Columna: Opinión 

E-mail: j230540@outlook.com


Fuera de sofismas. No más declaraciones ni abundantes anuncios cíclicos cargados de mensajes alentadores que finalmente no son más que subterfugios pletóricos de antinomias y anfibologías. Versiones distractoras de la opinión ciudadana.

Toda esa parafernalia dialéctica recae sobre la sempiternamente proyectada doble calzada en el trayecto vial entre Ciénaga y Palermo. Tramo carreteable -por construir- al que se le denomina doble calzada cuando en realidad se trata de una calzada, porque ya existe una franja de carpeta asfáltica que se encuentra en uso, la que, a pesar de recibir buen mantenimiento, es ostensiblemente insuficiente.  El viaje por ese trayecto se hace lento, además de peligroso por la imprudencia de algunos conductores irresponsables que invaden el carril contrario absurdamente, y de otros alienados al volante que no respetan los topes de velocidad ni las señales demarcadas por las autoridades viales.

Por cuarta vez, en el curso de tres años, en esta columna, el autor de estos párrafos se ocupa del tema de la doble calzada en mención; también dirigentes nacionales y parroquiales aluden al mismo asunto. Recordemos que en abril de 2.022 se le dio divulgación notoria a la suscripción por parte del gobierno nacional del contrato para la construcción de tres viaductos en la carretera Ciénaga- Palermo, por valor aproximado a los $700.000.000 millones, dinero que estaba disponible. En esa ocasión relevante participó el senador Antonio Luis Zabaraín Guevara, quien, con euforia y convicción loables ponderó el hecho y agregó que ese era el paso inicial para la construcción de la doble calzada.

Desafortunadamente, pocos días después salió a relucir la noticia que apagó el entusiasmo  colectivo: la construcción del flamante proyecto no se podía iniciar porque se requería licencia ambiental previa a su ejecución. La ANLA haría los estudios y el resultado de estos los daría en septiembre de 2.022. Durante tiempo concomitante al plazo expresado estuvieron instaladas unas toldas y visibles unos equipos al margen de la vía en los kilómetros que, supuestamente, serían intervenidos. Afirmación basada en percepción directa, como también apoyado en observación de visu digo que dichas toldas, equipos y recurso humano fueron retirados del lugar.

La evidencia fáctica muestra triste verdad cronológica: han transcurrido 21 meses entre la firma del contrato para la construcción de los viaductos y el momento presente, y no se percibe en el terreno inició de las obras. Sin embargo, no cesan las acotaciones optimistas sobre la doble calzada de marras. Se publicita que la variante de Ciénaga tiene un avance del 90%; que falta el 10% correspondiente al sector que debe bordear el espejo cenagoso para empalmar con la vía Ciénaga-Palermo. En el trayecto del 10% no se trabaja, está en trámite la licencia ambiental por parte de la ANLA. ¿Cuánto demorará esta para otorgarla? Mientras tanto, el 90% construido sin uso y sufriendo el deterioro normal que el sol y la lluvia causan.

En pronunciamiento reciente el destacado dirigente gremial Efraín Cepeda Tarud, reafirmó la urgencia de construir la doble calzada, y resaltó los beneficios que ella le traerá a la costa Caribe y al país; no obstante, desconcierta el pronóstico que hace: la vía en mención solo estará terminada dentro de siete años. Saca a relucir que la ANLA tiene injerencia en los procesos que faltan. Que aún no se sabe cuántos son. Infortunadamente, los estudios que por ley debe efectuar esa autoridad ambiental son tramitados a paso de tortuga. Esperar siete años para ver concluida una carretera tan importante, es lesivo para la región Caribe y retarda el desarrollo nacional. Un término de siete años en la era de la inteligencia artificial para construir esa vía es un exabrupto. La comunidad merece respeto. No más dilaciones.  Claridad, celeridad.