Instrumentos musicales

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Hernando Pacific Gnecco

Hernando Pacific Gnecco

Columna: Coloquios y Apostillas

e-mail: hernando_pacific@hotmail.com



Si organizáramos una orquesta con los más costosos instrumentos musicales que existen, con los primeros cinco tendríamos una camerata surgida de Cremona. Al sumar los siguientes instrumentos, habría suficientes para una pequeña orquesta, con teclados, guitarras y arpa. El precio de un instrumento surge de apreciaciones basadas en la calidad del sonido y otros factores tasados por coleccionistas, músicos y conocedores. Además de la calidad del instrumento, para determinar su precio final cuentan también sonoridad, belleza, rareza o historia. El poseedor de una de estas piezas no lo vende fácilmente. Su valor, entonces, resulta simbólico.

El instrumento de mayor cotización es una viola fabricada por Antonio Stradivari en 1719. Sobreviven solamente 10 de estas que fabricó el italiano, y únicamente dos en manos privadas, una de ellas la McDonald, propiedad de los descendientes de Peter Shidlof. Alcanzó la impresionante cifra de USD 45 millones en una subasta. Había sido adquirida por Godfrey Bosville, barón de McDonald; de ahí su apodo. Otra pieza del cremonés, considerado el mejor fabricante de ese tipo de instrumentos, es el Stradivarius Duport, un violoncello encargado al maestro por el médico de Luis XIV, François Chicoyneau, pasó por distintas manos hasta llegar a Japón. Dicen que tiene una abolladura hecha por Napoleón en 1812; su precio es de unos USD 20 millones. Sigue un violín elaborado en 1741 por Giuseppe Guarnieri; el Vieuxtemps. Ha sido tocado por distintos violinistas; su calidad es tan extraordinaria que se mantiene impecable. Está tasado en USD 16 millones. Otro violín, el Lady Blunt, fabricado por Stradivari en 1712, tiene un valor estimado de USD 15,9 millones; se le considera el Stradivarius mejor conservado de la actualidad. Otra obra del luthier italiano es valiosísima; el violín Hammer, llamado así porque el primer propietario, Christian Hammer, lo compró a Stradivari en 1707; dicen que ese fue el año en el que Antonio fabricó los mejores violines; su precio alcanzo los USD 3,6 millones.

Entre los pianos de concierto más apreciados están los Steinway, uno de los más caros que existen, solo superado por uno de marca Heintzman, elaborado totalmente en cristal, tocado por única vez en los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008 por Lang Lang; toda una curiosidad que alcanza los USD 2,73 millones. Pero es un sencillo piano vertical el de mayor valor de la marca alemana; nada especialmente hermoso, es el instrumento en el cual John Lennon compuso “Imagine”, y vale la bicoca de € 2,1 millones. Cuando fue adquirido tenía marcas de cigarrillos, abolladuras y cuerdas en mal estado; ya reparado, alcanzó ese precio. Le compite muy de cerca el piano de Bono, un Steinway de cola blanco y rojo, valorado en €1,63 millones.

La catedral de Lausana (Suiza) posee el órgano de tubos más costoso del mundo. Aparatos difíciles de construir, están diseñados para alojarse en iglesias; dependiendo de su tamaño y complejidad, pueden fácilmente alcanzar el millón de dólares. Europa posee numerosos órganos de tubo, apropiados para la música religiosa: el instrumento suizo llega a la cifra de USD 4,5 millones. Las guitarras eléctricas Fender aparecen entre las más cotizadas; la Black Strat de David Gilmore es la mas cara del mundo, y tiene su propia historia. Le fue robada su Stratocaster en Nueva York; compró una igual de segunda mano que requería algunas reparaciones; después de hacerlas y realizarle algunas modificaciones fue pintada de negro. Esta guitarra se convirtió en un clásico del rock; en vez del puente usual, tiene uno de trémolo; cuenta con un segundo selector y pastillas Seymour Duncan, lo que le transfiere su característico sonido. Tras rodar por varios lugares, se subastó en USD 4 millones.

El arpa Louis XV Special Harp (“Roll Royce of Harps”) alcanzó un valor de USD 190.000. Entre las guitarras clásicas, la más cara es una Robert Bouchet, subastada en USD 112.500; después una Antonio de Torres de 1888, valorada en USD 275.000. Hay otros instrumentos muy valiosos, claramente.