Una de las tantas maneras de darle presencia a los que están en el más allá, es mencionarlos en el más acá. Con motivo del primer año de fallecido Fredy Rincón, este 13 de abril, revivimos a través de la escritura al “Coloso” de Buenaventura.
Tuvieron que pasar 28 años para que la selección Colombia volviera a tener un rincón en un Mundial de Fútbol. Inglaterra 66, México 70, Alemania 74, Argentina 78, España 82 y México 86, se convirtieron en los seis campeonatos del mundo, donde no participó nuestro país, por no tener las altas competencias deportivas que le permitieran clasificar en las eliminatorias suramericanas.
Así qué, Antonio Julio de la Hoz en el 66, Francisco “El cobo” Zuluaga en el 70, Toza Veselinovic en el 74, Blagoje Vidinic en el 78, Carlos “Salvador” Bilardo en el 82 y Gabriel Ochoa Uribe en el 86, fallecieron en el intento de conseguirle un rincón a Colombia en esas trascendentales competencias orbitales.
El regreso a este magno evento empezó a gestarse en el torneo preolímpico de Bolivia 1987, bajo la conducción de Francisco Maturana y a crecer en la Copa América de Argentina, en ese mismo año. En el primer torneo aparecieron Ricardo “Chicho” Pérez, Leonel Álvarez, Alexis García y Bernardo Redín. En el segundo, entró “El Pibe”, quien se consagró como la gran figura por encima de Maradona. En 1989, se lleva a cabo la Copa América en Brasil y continúa esta sobresaliente generación consolidando un novedoso estilo de juego que interpretaba el sentir del futbolista colombiano.
En el desarrollo de este proceso buscando un rincón en el mundial de Italia 90, Gabriel Gómez, Leonel Álvarez, Redín y el Pibe, eran de una u otra forma los titulares de la zona media y ajustada con algunas variantes, para enfrentar a Paraguay y Ecuador, rivales de Colombia.
El combinado patrio gana este grupo suramericano y le corresponde el repechaje con Israel y la deja en el muro de las lamentaciones. Redín, que había conformado una dupla sensacional con el Pibe en el Cali de Popovic, entre los años 85 y 87, repiten con éxito esa mágica sociedad en la Selección y con el concurso de una extraordinaria generación, puesto por puesto, ocupan un “RINCÓN” en el mundial de Italia 90. A propósito, Freddy, no fue protagonista del proceso de Maturana, en copas américas y eliminatorias, sino en el propio mundial de Italia 90.
Justamente allí, “El coloso” de Buenaventura, por sus extraordinarias condiciones físicas y técnicas, sumado a su talento, se erigió como el socio ideal del Pibe, por la banda derecha, con un eficaz ataque y una fortaleza defensiva, sumado a su gran dinámica de juego que lo llevaron a trascender como un importante “Rincón” en los mundiales del 90, 94 y 98.
Freddy Eusebio Rincón Valencia, su primer equipo fue “El capricho” a los 14 años, en la cancha “Montechino”, después el Tequendama y finalmente el Atlético Buenaventura. Su carrera profesional la inicia con el Profesor Jorge Luis Pinto en Santa Fe y debuta precisamente en 1987 ante Bucaramanga, después pasa al América de Cali, va al exterior y se vincula al Nápoles, posteriormente al Real Madrid y finalmente en el 2004, se retira vistiendo la camiseta del Corinthians de Sao Paulo, dejando un registro de 187 goles.
Gracias, campeón, por pintar con los colores de la felicidad, los maravillosos días que disfrutamos por su portentoso fútbol y sus mágicos goles que contribuyeron enormemente a construir un “RINCÓN”, en los majestuosos castillos de los mundiales del 90, 94 y 98. Después de 28 años, se volvió a un mundial y su” RINCÓN”, será un monumento a la magnanimidad de su fútbol y de los héroes vivientes que, engrandecieron la patria colombiana. Que siga Brillando la luz perpetua en su inmortal alma deportiva.