La inflación galopante

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Escrito por:

Amilkar Acosta Medina

Amilkar Acosta Medina

Columna: Opinión

e-mail: amylkaracostamedina@gmail.com



La pandemia del covid-19 en 2020 y las medidas que tomaron los gobiernos para contrarrestarla, condujeron a la peor crisis económica a nivel mundial desde la gran depresión de 1929. La economía global se hundió un -4.3%. Aunque el efecto rebote se tradujo en un crecimiento de la economía mundial del 6.1%, la reactivación se vio ralentizada por la afectación de las cadenas de suministro, con el consiguiente aumento de los fletes y de los precios de las materias primas, provocados por la crisis de los contenedores.

Cuando apenas brotaban los primeros retoños verdes de la recuperación de la economía se produjo la invasión rusa a Ucrania y esta conflagración derivó en una confrontación de los países que integran la Otan contra el Kremlin. Las sanciones impuestas contra Putin, entre las cuales se destaca el embargo de sus ventas de petróleo y gas a la Unión Europea, repercutieron en un alza desmesurada de sus precios, así como los de su sucedáneo, el carbón.

Los altos precios de los energéticos, que alcanzaron niveles históricos, afectaron la cadena alimentaria, tanto en sus fases de producción y distribución, debido al encarecimiento de los insumos agrícolas de los cuales Rusia y Ucrania han sido tradicionalmente la gran despensa. Y no era para menos, habida cuenta que este sector absorbe el 30% de la demanda total de energía en el mundo. Ello explica en gran medida la escalada alcista de los precios y la incontenible inflación global.

El año 2022 estuvo marcado por una inflación galopante a nivel mundial, alcanzando niveles no vistos en los últimos 40 años. En los EE.UU. llegó en diciembre pasado al 7% interanual, cifra esta récord desde 1982. Entre tanto en la zona euro se registró una inflación del 5.1% en enero de este año, la más alta desde que se llevan estadísticas armonizadas (1997).

Como es apenas obvio, Colombia no se podía sustraer de esta megatendencia, dados los vasos comunicantes de su economía con la economía global, de la que no se puede desacoplar. Manes de la globalización. De ello se sigue que la inflación en Colombia tiene un gran componente importado, vía precios de los insumos y materias primas y de contera la devaluación del peso frente al dólar la atiza.

El año anterior el IPC registró un incremento del 13.12%, la cifra más alta en 21 años, superior en 7.50 puntos porcentuales que la que se reportó por parte del Dane para el 2021, que fue del orden de 5.62%. El mayor impacto de la inflación ha sido en los alimentos y en los servicios públicos. Llama poderosamente la atención que las tarifas de los servicios públicos han aumentado por encima de la inflación total. Uno de los factores que lo explican es el rezago tarifario que venían arrastrando las empresas de servicios públicos debido a las medidas de emergencia durante la pandemia que tomó el gobierno nacional, en virtud de las cuales se congelaron o difirieron las alzas, represándolas, haciéndolas ahora efectivas.