Henri Charrière y su novela “Papillón”

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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



La historia de ‘Papillón’ es apasionante. No es posible olvidar las adversidades soportadas por Edmundo Dantés, el ‘Conde de Montecristo’, durante sus años de cautiverio, según la narración de escritor Alejandro Dumas, padre.
Con la lectura de esta obra nuestro profesor de francés nos ‘introdujo’ a la prisión donde padecía el famoso prisionero; pero en la vida real Henri Charrière, apodado ‘Papillón’, superó las aventuras narradas en la famosa novela francesa. La comparación queda a cargo de los lectores de ambas novelas. Por ahora, recordemos algo de Dantés, quien pasó catorce años encarcelado en la isla de If, lugar del que nadie había salido vivo. Encontró en la prisión al abad Faría, hombre culto y sabio que le abrió las puertas del conocimiento y le dio las claves para escapar. Edmundo Dantés llegó al puerto de Marsella en 1815. Lo acusaron de partidario de Napoleón y en ese momento comenzaron sus padecimientos. Alejandro Dumas, padre, escribió, entre otras, las novelas ‘Los tres mosqueteros’, ‘Veinte años después’, ‘La reina Margot’ y ‘El tulipán negro’. Pero hoy hablaremos del famoso ‘Papillón’ y su increíble vida aventurera.

Henri Charrière nació el 16 de noviembre de 1906, un día como hoy, en Saint-Etienne-de Lugdarés, Francia. Fue un preso acusado de asesinato y por ello en 1931 fue condenado a trabajos forzados en una colonia penal francesa, en Guayana. Había servido en la Armada Francesa durante dos años y luego perteneció a bandas delincuenciales. En 1933 inició una serie de fugas; navegó por las costas de Trinidad y Tobago hasta llegar a Riohacha. En la Guajira colombiana permaneció seis meses. La vida de Charrière estuvo llena de fugas y recapturas. En una de esas detenciones fue encarcelado en Santa Marta y llevado de nuevo a la colonia penal de Guayana. Siempre encontró cómplices o aliados para realizar sus escapes. Tenía tatuada una mariposa (papillon) en el hombro izquierdo, con lo cual ocultaba su número como prisionero.

Tras el asesinato de un informante, Charrière volvió a ser condenado, esta vez a ocho años. Como era su costumbre, trató de fugarse de la Isla del Diablo, la más pequeña de las Islas de la Salvación. Esta vez, ante tantos fracasos, construyó una balsa con bolsas llenas de cocos. Consiguió llegar a tierra firme pero más tarde cayó en manos de las autoridades de Venezuela. No fue extraditado a Francia porque no existían acuerdos al respecto entre ambos países. Se nacionalizó en Venezuela en 1956 y describió sus aventuras en la novela ‘Papillón’, de extraordinario éxito editorial. El proceso en su contra había prescrito en 1967. En 1970 Charrière fue contratado como guionista y actor en la película ‘Popsy Pop’ con Claudia Cardinale y Stanley Baker. Pudo volver a Francia por unos meses y murió en Madrid el 29 de julio de 1973. Sobre su vida se rodó la cinta ‘Papillón’, con el actor estadounidense Steve McQueen.

En una entrevista para un periódico argentino, ‘Papillón’, ante la pregunta de cómo explicaba que la misma sociedad que lo condenó lo hubiera convertido en un personaje importantísimo, en una vedette, el exconvicto respondió: “Francia, no en vano, es la cuna de los derechos del hombre. Francia puso a mi disposición todos los medios de difusión oral, escrita y visual para que yo hiciera un cara a cara con el sistema jurídico-policial francés. Eso fue extraordinario. Yo soy ahora (1972) ciudadano del mundo, pero quien me hizo ciudadano del mundo fue el mismo pueblo francés que me sentenció brutalmente y me trató como una inmundicia de la sociedad. El tratamiento bárbaro y medieval de su policía pesó sobre algunas conciencias”.


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